Una llanta es un componente fundamental de un carro porque es la encargada de sostener el peso del mismo y permitir su movimiento. Se trata de un anillo circular hecho de materiales como caucho, principalmente, y funcionan al inflarlas con aire o algún otro gas para proporcionar amortiguación y resistencia al impacto.
Las llantas, además de permitir el movimiento de los carros con mayor facilidad, también proporcionar tracción, estabilidad y frenado. De igual forma son importantes para la seguridad del conductor y los pasajeros, ya que una llanta en mal estado o desgastada puede aumentar el riesgo de accidentes en la carretera.
Componentes de una llanta:
- Lonas: las capas textiles que forman el esqueleto del neumático se conocen como lonas. Por lo general, se fabrican con cables de fibras recubiertos de caucho para proporcionar flexibilidad sin deformar el neumático. La capa superior del neumático se llama "lona de carcasa", la cual le da solidez.
- Talón: compuesto por alambres de acero de alta tecnología que forman un cable trenzado y circular, se encuentra en la parte interior de la llanta y facilita el ajuste del neumático evitando que patine dentro de ella.
- Lonas de cima: están hechas de cables de acero resistente cruzados oblicuamente y pegados entre sí para formar triángulos indeformables, garantizan robustez y flexibilidad.
- Flanco: es la zona de caucho extra grueso que se extiende desde el talón hasta la banda de rodadura, aporta estabilidad lateral al neumático y es el lugar donde se imprime toda la información sobre el neumático.
- Hombro: es la parte más expuesta a los diferentes golpes, cuenta con una goma gruesa para distribuir fácilmente el calor producido por el neumático durante el movimiento sobre la carretera.
- Banda de rodadura: es la zona blanda que constituye la superficie de o entre el caucho y la carretera, proporcionando amortiguación y adherencia. El diseño y composición de la banda de rodadura determinan muchas de las características de rendimiento más importantes del neumático.
- Estrías: permiten dispersar el agua, la nieve y el barro. Las hendiduras o estrías de menor tamaño sobre los propios bloques de la banda de rodadura, que proporcionan adherencia adicional y son especialmente importantes en los neumáticos diseñados para conducir sobre hielo y nieve. Algunos modelos de neumáticos incorporan una estría más pronunciada en la parte central del neumático para servir de refuerzo en su parte más débil.
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