Aunque el emprendimiento en Colombia ha ganado impulso en los últimos años, su consolidación enfrenta obstáculos estructurales que impiden un desarrollo sostenible a largo plazo. Además, la brecha digital sigue siendo un factor limitante: solo el 39% de las pymes hace uso de herramientas digitales avanzadas, según datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC).
Estos problemas, según expertos, están relacionados con un desfase profundo entre lo que enseña la academia y lo que exige el entorno empresarial real. Así lo planteó Anna Ripoll, directora del Máster en Experience y Experiencia de Cliente en EAE Business School Barcelona, durante su reciente visita a Colombia. Para Ripoll, el sistema educativo no está equipando a los emprendedores con las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos actuales del mercado.
“La mayoría de los emprendedores fracasa porque se enamora de una idea sin validar si responde a una necesidad real. Tener una idea es fácil; lo difícil es ejecutarla correctamente, y eso requiere conocimientos en áreas como finanzas, marketing y análisis de datos”, explicó la experta.
Ripoll advierte que la educación superior, en muchos casos, se enfoca más en la teoría que en la práctica. “Muchos profesionales egresan con títulos, pero sin las herramientas para desenvolverse eficazmente en un entorno competitivo. Además, no se promueve lo suficiente el desarrollo de habilidades blandas como la empatía, la comunicación asertiva o el pensamiento crítico”.
Durante su intervención, la representante de EAE destacó la necesidad de un modelo educativo que conecte directamente a los estudiantes con la realidad empresarial. Esto implica promover la colaboración entre universidades y startups, fomentar el aprendizaje basado en retos reales y acercar a los docentes al mundo corporativo, más allá del académico tradicional.
“En EAE trabajamos para que nuestros estudiantes se formen en entornos reales, donde aprendan a tomar decisiones, a trabajar con equipos interdisciplinarios y a enfrentarse a los problemas del día a día de una empresa. Hoy en día, ser especialista en un solo campo ya no es suficiente. El futuro exige profesionales con conocimientos transversales y visión global”, añadió.
La visita de Ripoll también sirvió como escenario para debatir sobre el papel de la educación en la transformación del ecosistema emprendedor colombiano. Temas como la innovación, la digitalización y la sostenibilidad fueron centrales, así como el contraste entre los modelos formativos en Europa y América Latina.
“El talento en Colombia existe, pero necesita formación alineada con las verdaderas necesidades del mercado. Si logramos cerrar la brecha entre lo que se enseña y lo que se necesita, el país tiene todo para convertirse en un referente de innovación en la región”, concluyó Ripoll.
En definitiva, la discusión dejó en claro que el crecimiento del emprendimiento en Colombia no depende solo de buenas ideas, sino de una preparación integral que articule conocimiento, habilidades y experiencia real.