El pueblo de Cundinamarca que esconde joya del patrimonio cafetero; está a 2 horas de Bogotá
El turismo del café debería ser obligatorio para los viajeros en Colombia. Muy cerca de Bogotá se construyó toda una fábrica que hace parte de la historia cafetera del país.
Hacienda Ceylán en Viotá, una de las más icónicas del café colombiano.
En los días lluviosos de Bogotá, cuando el frío cala hasta los huesos, no hay mejor plan que empacar y huir hacia tierras más cálidas.
A tan solo dos horas de la capital, se encuentra Viotá, un encantador municipio de Cundinamarca que combina naturaleza, historia y el calor perfecto para un fin de semana inolvidable.
Publicidad
Con temperaturas promedio de 25°C, Viotá se posiciona como un oasis climático que atrae a quienes buscan piscinas al aire libre, caminatas ecológicas y alojamientos con historias del café. La oferta turística del lugar incluye hostales, fincas y hoteles con piscinas privadas o compartidas, ideales para parejas, familias o grupos de amigos.
Pero Viotá no solo enamora por su clima. En su territorio se alza un beneficiadero de café de cinco pisos en madera, único en su tipo, que data de finales del siglo XIX.
Los granos de café en Planadas, departamento de Tolima, Colombia.
Foto: AFP
Esta estructura histórica utilizó en su momento tecnología inglesa y norteamericana, permitiendo que solo tres operarios realizaran el trabajo de más de 600 recolectores. Hoy, esta hacienda conserva su maquinaria original y se ha convertido en un museo viviente del auge cafetero colombiano.
Publicidad
Recorrer sus pasillos es hacer un viaje en el tiempo: escuchar el retumbar de sus máquinas centenarias es revivir el esplendor de una Colombia que encontró en el café su identidad y su motor de desarrollo.
En Viotá, Cundinamarca, se alza una joya del patrimonio cafetero: un beneficiadero de cinco pisos en madera, único en su tipo, que a finales del siglo XIX procesaba café con tecnología inglesa y norteamericana… ¡Con solo tres operarios haciendo el trabajo de más de 600 recolectores! Hoy, esta hacienda no solo conserva su estructura original y maquinaria centenaria, sino que también narra la historia de una Colombia que encontró en el café su identidad y motor de desarrollo. Recorre sus pasillos, escucha sus máquinas y revive el esplendor de una época que cambió al país para siempre. #HaciendaCalifornia #ViotáCundinamarca #CaféConHistoria #RutaDelCafé #PatrimonioCafetero #TurismoHistórico #CulturaCafetera #ColombiaEsCafé
Construida en 1860. Eustacio de la Torre, como propietario de la hacienda Ceylán, hacia 1870, fue quien plantó los primeros cultivos de café
Luego de la independencia de Colombia, y cuando siendo parte del Gran Estado de Cundinamarca, nace una estrategia para desarrollar el país, ampliando la frontera agrícola de la mano de la inversión extranjera, Viotá y la provincia del Tequendama se convierten en uno de los sitios estratégicos de notable importancia por su cercanía a Bogotá, variedad de pisos térmicos, riqueza hídrica y cercanía al río Grande de la Magdalena.
Publicidad
"Nuestro recorrido te llevará a descubrir los secretos detrás de esta exquisita bebida, mientras disfrutas de la sombra reconfortante que brindan los árboles ancestrales. Nuestro equipo de expertos compartirá contigo su conocimiento y pasión por el café, mientras degustas los aromas y sabores únicos de nuestra selección de cafés", promocionan desde esta hacienda.
¿Cómo llegar a Viotá desde Bogotá?
Para llegar a Viotá desde de Bogotá tome la Avenida Boyacá o Avenida Villavicencio hacia el sur o tome la Vía a Mesitas del Colegio (salida por Soacha o Mondoñedo). Continúa hacia Tocaima y luego toma el desvío a Viotá (ver mapa).
Duración aproximada: 2.5 a 3.5 horas.
Distancia: Cerca de 90 a 110 km, dependiendo del punto de salida exacto.