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Las autoridades gubernamentales del orden municipal y departamental levantaron la mano para decirle al Gobierno nacional que los recursos para atender a los migrantes, en su mayoría venezolanos, están casi agotados.
El llamado se hace en medio de la crisis política que afronta el vecino país y que podría desencadenar una nueva llegada masiva de personas que huyen del régimen de Nicolás Maduro.
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En el último censo de venezolanos regulares inscritos en Santander, la Gobernación determinó en 126.000 la cifra de migrantes que han llegado del país bolivariano, y todos han sido atendidos progresivamente con recursos limitados.
De acuerdo con Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, la ciudad tiene agotado el 92% de los recursos destinados para atender a esta población.
"Tenemos más de 5.248 cupos asignados a familias migrantes en el sistema de salud. El tema de las alianzas con organizaciones internacionales para poder generar empleo, lo tenemos completamente activo, pero no podemos hablar de que la ciudad esté preparada para una llegada masiva".
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La situación no es diferente en el departamento, Óscar Hernández, gobernador encargado de Santander, dijo que en caso de que se evidencie un incremento en la llegada de migrantes "hay que buscar la ayuda que permitan el restablecimiento del control, pero en este momento mantenemos la alerta de contingencia inicial para dar respuesta, pero con una capacidad limitada.
Desde la academia también se advierte un impacto social en el comportamiento de la ciudad, sin mirar de fondo el tema de seguridad, que ha sido un problema durante los últimos meses en Bucaramanga.
Según Jesús Enrique González, politólogo y docente de la Universidad Santo Tomás, una nueva llegada masiva de venezolanos "traería unas consecuencias incalculables en el orden económico, pero muy especialmente en el orden social en temas como la salud y la educación". Eso significaría un reto enorme para el gobierno colombiano.
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Desde la Alcaldía de Bucaramanga, como desde la Gobernación de Santander, se ha hecho un llamado para que el Gobierno nacional empiece a pensar en políticas claras de atención humanitaria.
"Hoy levantamos la mano, lo hemos hecho a través de nuestras redes sociales diciéndole al señor presidente que tenemos que pensar una política migratoria mucho más amplia para que las ciudades que estamos cercanas a la frontera podamos mitigar con más elementos la problemática que puede surgir", dijo el alcalde de Bucaramanga.
Por ahora, las autoridades locales están atentas al futuro político de Venezuela, pues dependiendo de lo que pase allí se moverá el panorama local. En Santander se estima que por lo menos hay alrededor de 120.000 venezolanos.
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