
Por qué los enchufes eléctricos tienen agujeros en las puntas y para qué sirven
Aunque suelen pasar desapercibidos, estos pequeños orificios en las clavijas cumplen funciones clave en el hogar.

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Los enchufes eléctricos son parte del día a día, pero pocos se detienen a observar sus detalles. Uno de ellos, casi imperceptible, ha despertado la curiosidad de muchos: los pequeños agujeros que aparecen en las puntas de algunas clavijas planas, típicas de los conectores tipo A que se usan ampliamente en América Latina y Estados Unidos.
Lejos de ser un mero elemento decorativo, estos orificios tienen funciones técnicas esenciales que contribuyen a la seguridad, eficiencia y economía en la fabricación de estos dispositivos.
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El origen de este diseño se remonta a 1904, cuando el inventor estadounidense Harvey Hubbell II patentó el primer enchufe desmontable.
En sus primeras versiones, las clavijas incluían muescas destinadas a mejorar la estabilidad del o. Con el tiempo, estas fueron reemplazadas por los orificios circulares que hoy se conocen.
Estos pequeños agujeros permiten que el enchufe se mantenga firmemente en su lugar, incluso frente al peso del cable, evitando desconexiones accidentales y protegiendo los dispositivos conectados.
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Los orificios en las clavijas cumplen una función de retención, ya que varios tomacorrientes modernos incluyen pequeñas pestañas internas que encajan en ellos. Esto asegura una conexión más estable y reduce el riesgo de fallas eléctricas.
Además, mejoran el o eléctrico al facilitar una unión más precisa entre las clavijas y los componentes del tomacorriente, lo que ayuda a prevenir pérdidas de energía y posibles recalentamientos.
En contextos industriales, los orificios pueden utilizarse para insertar dispositivos de bloqueo que impiden la conexión no autorizada del enchufe, añadiendo una capa adicional de seguridad.
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Por otro lado, estos agujeros también permiten ahorrar material metálico durante la fabricación, lo que reduce costos sin comprometer la calidad ni la funcionalidad del producto.
En regiones como Europa, los enchufes tipo A no son comunes. En su lugar, predominan los enchufes tipo C o F, que mantienen las clavijas en su lugar mediante fricción, sin requerir orificios adicionales para sujeción.