
Científicos creen que existe una fuente de energía que podría alimentar la Tierra por 170.000 años
Oro Blanco: Los científicos creen que encontraron la receta para llegar a esa fuente de energía.

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La búsqueda de fuentes de energía limpia y sostenible se ha convertido en una prioridad global ineludible. En este contexto, una investigación reciente ha desvelado un potencial revolucionario: la existencia de vastos depósitos subterráneos de hidrógeno natural, una fuente de energía prístina que podría abastecer las necesidades del planeta durante cientos de miles de años. Este descubrimiento, lejos de ser una quimera científica, se fundamenta en la comprensión cada vez más profunda de los procesos geológicos que dan origen y acumulación a este "oro blanco" oculto bajo nuestros pies.
Un equipo de científicos ha compilado una valiosa "receta" de ingredientes geológicos clave que facilitarán a las empresas de exploración la localización de estos enormes reservorios de hidrógeno natural. Este avance es crucial, ya que, hasta ahora, el conocimiento sobre la formación y ubicación de estas acumulaciones era fragmentario, lo que dificultaba su explotación a gran escala.
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La premisa fundamental radica en que la corteza terrestre ha generado una cantidad ingente de hidrógeno a lo largo de miles de millones de años, una cantidad teóricamente suficiente para cubrir nuestras demandas energéticas actuales durante un periodo asombroso de 170.000 años. La gran incógnita, hasta ahora, residía en cómo acceder y extraer de manera rentable este recurso.
La nueva investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature Reviews Earth and Environment, arroja luz sobre esta cuestión al identificar las condiciones geológicas que favorecen la creación y el almacenamiento del hidrógeno natural. Esta "lista de ingredientes" incluye la presencia de rocas capaces de generar hidrógeno a través de reacciones químicas con el agua, estructuras geológicas que actúan como trampas para evitar su escape y sellos naturales que garantizan su acumulación a lo largo del tiempo.
Un ejemplo paradigmático citado en el estudio es la región de Kansas, donde una antigua estructura geológica conocida como la rift continental medio, formada hace aproximadamente mil millones de años, generó una vasta acumulación de rocas basálticas. Estas rocas tienen la capacidad de reaccionar con el agua, liberando hidrógeno. La actual búsqueda se centra en identificar estructuras geológicas cercanas que pudieran haber atrapado y concentrado este hidrógeno generado.
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Además de la fuente de hidrógeno y las rocas reservorio, los investigadores señalan la importancia de factores como el estrés tectónico y el flujo de calor elevado en las profundidades de la corteza terrestre. Estos procesos pueden facilitar la liberación del hidrógeno hacia la superficie, donde tiene mayores probabilidades de acumularse en cantidades comercialmente viables.
El estudio también destaca una variedad de entornos geológicos prometedores para la exploración de hidrógeno natural, que van desde complejos ofiolíticos (fragmentos de la corteza oceánica elevados a la superficie terrestre) hasta grandes provincias ígneas y cinturones de rocas verdes arcaicas, formaciones geológicas de miles de millones de años ricas en minerales que pueden interactuar con el agua para producir hidrógeno. El reciente descubrimiento de un importante reservorio de hidrógeno en un complejo ofiolítico en Albania en 2024 subraya el potencial de estos entornos.
Sin embargo, la búsqueda de hidrógeno natural no está exenta de desafíos. Los investigadores advierten sobre la existencia de microorganismos subterráneos que consumen activamente el hidrógeno, lo que implica que aquellos entornos donde estos microbios puedan entrar en o con las rocas productoras de hidrógeno podrían no ser los más idóneos para la formación de grandes reservorios.
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La relevancia de este descubrimiento radica en el potencial del hidrógeno natural como un vector energético limpio. A diferencia del hidrógeno producido actualmente a partir de hidrocarburos, un proceso que genera significativas emisiones de carbono, el hidrógeno natural se encuentra de forma prístina en el subsuelo, ofreciendo una alternativa con una huella de carbono considerablemente menor. El hidrógeno tiene múltiples aplicaciones, desde la producción de productos químicos industriales clave como el metanol y el amoníaco (componente esencial de los fertilizantes) hasta su uso como combustible en vehículos y centrales eléctricas, lo que lo convierte en un elemento crucial en la transición hacia un futuro energético descarbonizado.
La identificación de la "receta" geológica para encontrar hidrógeno natural representa un avance significativo en la búsqueda de fuentes de energía limpia y sostenible. Si bien aún quedan desafíos por superar en términos de exploración y extracción rentable, el potencial de este recurso subterráneo para alimentar nuestro planeta durante milenios es innegable. La comprensión de los procesos geológicos que dan origen y acumulación al hidrógeno natural abre una nueva y prometedora vía para acelerar la transición energética global y construir un futuro más limpio y sostenible para todos. La carrera por desenterrar este "oro blanco" subterráneo ha comenzado, y sus frutos podrían transformar radicalmente nuestro panorama energético.