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En una operación coordinada entre la Policía de Colombia y agencias internacionales, fue capturado en Medellín el italiano Luigi Belvedere, considerado uno de los narcotraficantes más peligrosos y buscado en 196 países por tráfico de drogas. Belvedere, conocido como el ‘narco invisible’, lideraba una red de tráfico de cocaína desde Suramérica hacia Europa, consolidando sus conexiones entre narcotraficantes colombianos y la mafia Camorra.
La captura de Belvedere se produjo gracias a una foto publicada en redes sociales donde se le ve posando junto a la tumba de Pablo Escobar. Este detalle permitió a las autoridades rastrear sus movimientos en Medellín, donde residía bajo una identidad falsa y oculto en lujosos apartamentos alquilados en el sector de El Poblado, Medellín. Su ‘tributo’ al extinto capo colombiano resultó ser el rastro que llevó a la Policía a su paradero y posterior arresto.
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Para evitar ser capturado, Belvedere alquilaba múltiples apartamentos a través de intermediarios, por valores que superaban los 10 millones de pesos colombianos, dificultando así la labor de seguimiento de las autoridades. Este método le permitía cambiar constantemente de ubicación y escabullirse de los controles policiales. Además, adoptó varias medidas para modificar su apariencia física, como someterse a tratamientos capilares, lo que le valió el apodo de ‘rey de los implantes’.
En el transcurso de la investigación, las autoridades identificaron al menos 10 inmuebles en los que el capo italiano se movía, repartidos en diferentes sectores del Valle de Aburrá. Según el director de la Policía de Colombia, general William Salamanca, Belvedere era uno de los principales os de la Camorra en Suramérica y actuaba como enlace para facilitar el envío de cargamentos de cocaína hacia países europeos como España, Alemania, Holanda e Italia.
La carrera criminal del fugitivo, quien usaba distintos implantes de cabello para despistar a las autoridades, terminó en las últimas horas en un exclusivo apartamento de Medellín, cuando comandos y hombres de un grupo especial de inteligencia de la Policía, hicieron efectiva una Notificación Roja de Interpol por el delito de Participación en Conspiración Criminal para el Tráfico de drogas
La operación para capturar a Luigi Belvedere, denominada Operación Caronte, fue el resultado de seis meses de colaboración entre la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) de Colombia, Europol, Interpol, la Polizia di Stato de Italia y agencias del Reino Unido. En palabras del general Salamanca, este arresto demuestra la efectividad de la cooperación entre fuerzas de seguridad internacionales, la cual fue clave para dar con el paradero del capo en Medellín.
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Esta captura se suma a la de Gustavo Nocella, alias 'Ermes', otro capo italiano, detenido en Medellín pocos días antes, el pasado 21 de octubre.
A sus 32 años, Belvedere había logrado consolidarse como una figura clave en el tráfico de drogas a nivel internacional. Coordinaba las operaciones entre los cárteles de droga colombianos y la mafia italiana, principalmente el clan Casalesi, y organizaba envíos de grandes cantidades de cocaína desde puertos en España, Alemania, Holanda e Italia, desde donde se distribuía en ciudades como Nápoles y Caserta.
Además de su red de tráfico de drogas, Belvedere utilizaba negocios legales como fachada para sus actividades ilícitas. Entre estos, se encuentran pizzerías en Cartagena, donde el capo simulaba llevar una vida de empresario en el sector de la gastronomía.
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Luigi Belvedere deberá cumplir una pena de cárcel de más de 18 años por tráfico internacional de drogas, informó la Policía de Italia.
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