Según datos de la política pública de salud mental, el 66.3% de la población colombiana ha experimentado algún problema de salud mental. A esto se suma el preocupante aumento en los suicidios durante y después de la pandemia, con un crecimiento del 25% anual, especialmente entre niños, jóvenes y mujeres.
Esta iniciativa, liderada por el representante Carlos Felipe Quintero, busca transformar el enfoque del país frente a los trastornos mentales, promoviendo una atención integral, oportuna y sin barreras.
“Este proyecto busca promover la salud mental como un derecho. Que los niños, jóvenes y adolescentes en los colegios tengan la oportunidad de ser atendidos por especialistas”, aseguró Quintero.
La norma establece un modelo de atención integral e integrada que abarcará no solo el tratamiento clínico, sino también la educación emocional, la prevención comunitaria y la garantía en la entrega continua de medicamentos.
Entre sus principales beneficios destacan la implementación de programas de salud mental laboral, actualizaciones periódicas en los protocolos clínicos, y la capacitación continua del personal en salud, educación y apoyo social. También se contempla un enfoque diferencial, étnico y poblacional, así como acciones específicas para las víctimas del conflicto armado, con especial atención a las regiones más vulnerables.
Uno de los puntos clave del articulado es la educación emocional desde la infancia. El Ministerio de Salud y el de Educación trabajarán de forma conjunta para incorporar esta formación en los programas escolares, así como para promover entornos protectores y la prevención de la violencia.
La ley también ordena la creación de programas interdisciplinarios en salud mental que serán evaluados cada dos años.
Influencers, gurús y timadores; el negocio de la salud en redes sociales
Las redes sociales se han consolidado como una de las principales fuentes de información para millones de personas en todo el mundo. Plataformas como Instagram, TikTok y YouTube ofrecen contenido constante sobre bienestar, ejercicio, salud mental y nutrición.
Sin embargo, la inmediatez y el atractivo visual de estos formatos también han abierto la puerta a un fenómeno preocupante: la proliferación de mensajes sin sustento científico que pueden comprometer la saludde quienes los siguen.
El auge de los gurús de la salud sin formación médica
La popularidad de ciertos creadores de contenido ha generado una tendencia en la que figuras sin estudios en medicina comparten recomendaciones, rutinas y productos con un alto nivel de influencia. El problema, según los expertos, es que estas prácticas pueden derivar en consecuencias graves para la salud pública.