Fue gracias a los testimonios de 18 víctimas que se puso en evidencia a una red de trata de personas, señalada de convencer a jóvenes bailarines de viajar a Turquía, retenerlos en ese país y explotarlos laboralmente en medio de tratos crueles e inhumanos.
Tres de los presuntos integrantes de la red de trata de personas fueron identificados como Wilmer Carabalí, Andrés Felipe Corrales Robledo y Yessica Lorena Morales Pinilla, a quienes un fiscal especializado de la Seccional Bogotá les imputó los delitos de concierto para delinquir y trata de personas, ambas conductas agravadas.
En la investigación se estableció que Yessica aba a las víctimas en academias de baile ubicadas en Ibagué, Tolima, y les proponía trabajo en Turquía con remuneraciones mensuales de hasta 600 euros. Por otra parte, Wilmer y Andrés Felipe eran los encargados de realizar los trámites en Cali para que los artistas pudieran viajar al extranjero.
Dos enlaces de la red eran los encargados de recibir a los jóvenes en Turquía, donde eran alojados en un hotel en condiciones indignas y precarias, hacinados en una sola habitación, sin agua potable y sin alimento durante varios días.
Además, los bailarines eran obligados a cumplir jornadas extensas de trabajo como bailarines, por las cuales no recibieron pago. Varios de los artistas que viajaron, incluso, sufrieron complicaciones de salud y no recibieron la atención médica pertinente. Por disposición del juez de control de garantías, los dos hombres fueron enviados a la cárcel; mientras que Yéssica Lorena Morales Pinilla continuará vinculada a la investigación.