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Un malestar al interior de las comunidades campesinas ocasionó la expedición del decreto que establece la ATEA (Autoridades Territoriales Económico Ambiental) a las comunidades indígenas organizadas en el CRIC, y que fue el motivo de la movilización de esta organización desde el Cauca a Bogotá, está semana.
“De acuerdo a los documentos de trabajo se trata de fortalecer la autonomía territorial de las poblaciones ancestrales, lo que nos parece importante y justo, pero por la experiencia adquirida por los campesinos y otros sectores sociales que convivimos con comunidades indígenas en diferentes regiones del territorio colombiano, especialmente en el Cauca, la aprobación de ese decreto va a agudizar los conflictos interétnicos y culturales que se han presentado desde 1991”, sostuvo mediante un comunicado la Autoridad Nacional de s Campesinos (ANUC).
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Para la ANUC, el decreto ATEA ahonda en los conflictos que históricamente han tenido las comunidades indígenas con los campesinos y que se agudizaron luego de 1991, cuando las comunidades indígenas empezaron a recibir reconocimiento de carácter privilegiado por parte del Estado.
“Hay campesinos, hay afros, hay una población rural que no se identifica con ninguno de estos sectores, pero que también estarían afectados por esta decisión, es que estamos dependiendo básicamente de aquí en adelante, de la decisión de las comunidades indígenas en torno a el medio ambiente y en torno al al agua", se lee en el documento.
Los representantes campesinos le piden al Gobierno nacional no darle continuidad a una política que desarrollaron anteriores gobiernos de tratar a los pueblos indígenas como “menores de edad” o “población vulnerable”, otorgándole supuestos derechos que afectan al resto de la población e invitan a las comunidades campesinas a movilizarse en defensa de sus derechos.
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