
Dramática historia de colombiano detenido en Venezuela: otro falso positivo del régimen de Maduro
Las familias de varios colombianos detenidos en Venezuela piden al Gobierno Petro su intervención para volver a abrazar a sus familiares.

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La historia de Martín Emilio Rincón, un colombiano de 57 años detenido en Venezuela desde septiembre de 2024, revela una nueva arista del deterioro de las garantías judiciales en el régimen de Nicolás Maduro. Rincón, un comerciante y palmicultor oriundo de Colombia, fue arrestado en Guasdualito, estado de Apure, el mismo día que cruzó legalmente la frontera por Arauca. Desde entonces, su familia ha vivido ocho meses de angustia, incertidumbre y silencio institucional.
Su esposa, Vicky Liliana Latorre, relató en entrevista con Venezuela al Día que Rincón fue capturado junto con otros dos colombianos, también con documentos en regla. Según denuncias posteriores, ya se han identificado al menos 18 ciudadanos colombianos detenidos en condiciones similares, todos acusados de delitos como traición a la patria, conspiración y terrorismo, sin que exista evidencia o pruebas que respalden las acusaciones.
“Están ahí simplemente por ser colombianos, por ser extranjeros”, denunció Latorre. La primera y única llamada que recibió de su esposo ocurrió el pasado 15 de mayo, una comunicación de apenas cinco minutos que sirvió como única prueba de vida tras más de siete meses de total silencio.
Las familias de los detenidos han recurrido a plantones en la Plaza de Bolívar en Bogotá, han enviado derechos de petición a la Cancillería y han buscado el apoyo del consulado colombiano en Caracas. Sin embargo, la respuesta ha sido insuficiente y tardía. Solo recientemente, el viceministro de Relaciones Exteriores, Francisco Jaramillo, se reunió con los familiares, lo que encendió una luz de esperanza.
“Queremos saber que el Estado colombiano sí está velando por los derechos de sus connacionales”, clamó Latorre, quien ha liderado la articulación de las demás familias afectadas. A través de redes sociales y testimonios recogidos en llamadas desde la cárcel El Rodeo I, ubicada en el estado Miranda, los familiares han logrado confirmar la ubicación de varios de los detenidos.
La falta de garantías judiciales en Venezuela complica cualquier defensa legal. Según Latorre, aunque un abogado particular interpuso amparos constitucionales, no ha habido respuesta de los tribunales venezolanos. Mientras tanto, las condiciones de detención son inciertas y las familias, muchas de ellas en situación económica precaria, sufren en silencio.
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Martín Emilio, descrito por su esposa como un hombre de fe, trabajador, amoroso y solidario, se ha convertido en un símbolo del sufrimiento de estas 18 familias. A pesar de su situación, antes de poder llamar a su esposa, se aseguró de que dos compañeros de celda pudieran comunicarse con sus propios familiares.
Organismos como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han sido mencionados como instancias que podrían intervenir ante lo que ya se perfila como una detención arbitraria y violatoria de tratados internacionales. Pero mientras llega una respuesta internacional, las familias solo piden una cosa: volver a abrazar a sus seres queridos.
“Queremos en libertad a nuestros familiares”, dijo Vicky con la voz entrecortada, al cierre de la entrevista.