
El enigma del papa que murió antes de asumir: el cónclave que terminó en tragedia
Su mandato fue prácticamente simbólico: apenas duró tres días.

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La historia de la Iglesia Católica está repleta de episodios curiosos. Así fue el caso del papa Esteban, quien ostenta el récord del pontificado más breve jamás registrado. Esteban fue elegido sucesor de Zacarías, el último representante del denominado papado bizantino, aunque su mandato fue prácticamente simbólico: apenas duró tres días.
Todo se precipitó cuando Esteban sufrió una apoplejía mientras realizaba tareas domésticas. El episodio fue tan grave que falleció antes de ser consagrado oficialmente, motivo por el cual su nombre ni siquiera figura en algunas listas papales. Su historia es un recordatorio de la fragilidad humana, incluso en las más altas esferas del poder religioso.
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El caso de Esteban no fue único. A lo largo de los siglos, varios pontífices han tenido mandatos efímeros. Urbano VII, por ejemplo, murió tras apenas 13 días de pontificado en 1590. Bonifacio VI gobernó durante 15 días en 896, probablemente a causa de un ataque de gota.
En 1555, Marcelo II ocupó el trono de San Pedro durante 22 días, siendo el último en conservar su nombre de bautismo al ser elegido papa. León XI, por su parte, falleció tan solo 26 días después de su elección en 1605. Estos breves papados, marcados por enfermedades y muertes repentinas, evidencian que, más allá del peso simbólico de la elección, ningún papa estuvo jamás a salvo de los imprevistos de la vida.
La reciente muerte del papa Francisco este lunes, cuyas exequias comenzaron el miércoles, trajo a la memoria de muchos fieles otro dramático episodio: la despedida del papa Pío XII. Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli fue elegido líder de la Iglesia Católica en 1939 y ejerció su pontificado hasta su muerte, el 9 de octubre de 1958.
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