
¿Por qué se siente tan tentador volver con un ex? La ciencia revela la razón
La ciencia tiene respuestas que explican por qué volver con un ex puede parecer tan tentador.

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Reencontrarse con una expareja puede despertar emociones intensas, incluso años después de haber terminado la relación. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Es amor, nostalgia o simplemente un impulso irracional? La ciencia tiene respuestas que explican por qué volver con un ex puede parecer tan tentador.
El apego neurológico
Según los expertos, el apego emocional que se forma en una relación amorosa no desaparece fácilmente. De hecho, el cerebro procesa este vínculo de manera similar a la conexión entre un bebé y su madre. Las hormonas oxitocina y vasopresina, responsables de generar sensaciones de cercanía y confianza, juegan un papel clave en este proceso.
Estas sustancias no solo refuerzan el vínculo emocional, sino que también facilitan la creación de recuerdos afectivos. Por eso, incluso después de una ruptura, el cerebro sigue asociando a esa persona con momentos de felicidad y seguridad.
El papel de la dopamina
El cerebro tiene un mecanismo específico para las relaciones románticas. La dopamina, conocida como la "hormona del placer", nos impulsa a repetir experiencias que nos hacen sentir bien. Los opiáceos naturales, por su parte, codifican esos recuerdos placenteros, mientras que la oxitocina actúa como un "pegamento emocional". Este cóctel químico deja una huella neuronal que puede permanecer activa durante años, incluso décadas.
El profesor Larry Young, de la Universidad Emory, explica que la oxitocina amplifica los estímulos sensoriales asociados a la pareja, como su olor o su voz. Esto refuerza la conexión emocional y hace que, aunque la relación haya terminado, esos estímulos sigan evocando emociones intensas.
Un estudio de 2015 incluso demostró que, en animales promiscuos como las ratas, el primer compañero con el que experimentaron placer seguía siendo una opción preferida.
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Helen Fisher, investigadora del Instituto Kinsey, señala que el cerebro tiene una tendencia natural a olvidar los aspectos negativos de una relación y centrarse en los positivos. Esto se debe a que se crean patrones neuronales que pueden permanecer activos incluso después de iniciar una nueva relación. Este fenómeno puede hacer que una expareja parezca más atractiva de lo que realmente fue.
Justin García, experto en biología del comportamiento, compara este fenómeno con la recuperación de una adicción. Aunque el vínculo romántico haya terminado, el cerebro puede seguir reaccionando ante una expareja muchos años después. Esto no significa necesariamente un deseo de regresar, sino la permanencia de una conexión neurológica que, en muchos casos, dura toda la vida.