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En Colombia, diciembre es sinónimo de alegría, reuniones familiares y una amplia variedad de celebraciones. Desde las novenas de aguinaldos hasta las fiestas de Año Nuevo, las tradiciones decembrinas están marcadas por una combinación de música, comida típica y, por supuesto, bebidas emblemáticas. Entre estas últimas, el aguardiente se consolida como la bebida alcohólica que no puede faltar en esta época del año.
El aguardiente, conocido como "guaro" en gran parte del país, es una bebida destilada a base de caña de azúcar y aromatizada con anís. Es una de las más representativas del país, no solo por su sabor característico, sino también por la identidad cultural que transmite. Su presencia en las festividades decembrinas va más allá de lo gastronómico; es un símbolo de unión y tradición.
Durante las novenas de aguinaldos, una costumbre profundamente arraigada en Colombia, el aguardiente suele estar presente como parte de la oferta de bebidas en las reuniones familiares. Aunque estas celebraciones tienen un carácter religioso, en muchas regiones se complementan con comidas típicas como natilla y buñuelos, acompañadas de pequeños tragos de aguardiente para quienes desean brindar por los buenos momentos compartidos.
El aguardiente también es protagonista en las fiestas de fin de año, especialmente durante el 24 y el 31 de diciembre. Es común verlo en las mesas, servido en pequeños vasos que pasan de mano en mano, acompañando el ambiente de música y baile que caracteriza a estas fechas.
Cada región del país tiene su propia manera de disfrutar el aguardiente. En Antioquia, por ejemplo, se prefiere el aguardiente sin azúcar, mientras que en regiones como el Valle del Cauca o Cundinamarca, la versión dulce tiene mayor aceptación. Aunque las marcas varían según el lugar, el significado de la bebida como un elemento que fomenta la integración y la alegría es universal en el país.
En la región Caribe, donde los ritmos como el vallenato y la champeta predominan durante las celebraciones, el aguardiente suele combinarse con música y danza. En el interior del país, las reuniones familiares en torno a la fogata o el pesebre son los escenarios donde el "guaro" se convierte en un invitado especial.
Aunque el aguardiente es una parte esencial de las festividades decembrinas en Colombia, su consumo debe ser moderado y responsable. A medida que pasan los años, esta bebida continúa ocupando un lugar especial en las celebraciones, recordando a los colombianos que, más allá del licor, lo importante es el espíritu de unión y alegría que caracteriza esta época del año.
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