El secretario de Desarrollo Social de Bucaramanga, Iván Torres, explicó que esta estrategia se realiza en coordinación con la Secretaría de Salud municipal y busca acercar los servicios de inmunización directamente al territorio.
“Junto con la Secretaría de Salud hemos estado trabajando en eso. Tuvimos una jornada en la que hicimos seguimiento de tuberculosis y otros temas de salud. Estamos esperando lineamientos para poder hacer los despliegues. Con esta población toca llegar a territorio para poder ofrecer la vacuna contra la fiebre amarilla”, señaló Torres.
La decisión se toma en medio de la alerta sanitaria en Santander, donde actualmente se investigan tres casos sospechosos de fiebre amarilla. Uno de ellos, un hombre de 61 años, permanece en estado crítico en una unidad de cuidados intensivos en Barrancabermeja, luego de haber transitado por el municipio de Remedios, Antioquia. Los otros dos casos bajo sospecha fueron detectados en Bucaramanga.
"Las muestras de estos casos sospechosos ya fueron enviadas al Instituto Nacional de Salud para su análisis y se espera obtener los resultados en un plazo aproximado de 48 horas", señaló Edwin Prada, secretario de Salud de Santander.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave transmitida por la picadura de mosquitos infectados, y la vacunación es una de las principales medidas de prevención, especialmente en poblaciones de alta vulnerabilidad.
La Alcaldía de Bucaramanga reiteró su llamado a la comunidad para mantener el esquema de vacunación al día y atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias.