En desmanes tras partido América – Nacional robaron arma a patrullera, confirma Policía

El partido final de la Copa Colombia entre América de Cali y Atlético Nacional, disputado en el estadio Pascual Guerrero, terminó siendo escenario de disturbios protagonizados por integrantes de la barra brava "Barón Rojo". El saldo fue desolador: más de 30 personas heridas, entre ellas ocho policías, y el robo de un arma de dotación a una patrullera en las afueras del estadio.El coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, confirmó en entrevista con Mañanas Blu que los incidentes no solo mancharon la celebración deportiva, sino que también expusieron fallos en los controles de seguridad, tanto dentro como fuera del estadio.Fallos en los controles de seguridadLa jornada estuvo marcada por la violencia y la falta de rigor en los protocolos de seguridad. "Nosotros realizamos un barrido previo al partido para evitar el ingreso de elementos prohibidos, pero claramente hubo vulneraciones", señaló el coronel Oviedo. Desde la tribuna sur, hinchas lanzaron bengalas y cohetes pirotécnicos hacia la Policía. Entre las armas improvisadas se encontraba un dispositivo similar a una ametralladora que disparaba pólvora, lo cual generó gran alarma.A pesar de que la policía reforzó la seguridad con más de 1.150 efectivos, los hechos violentos fueron incontrolables. En un momento crítico, barristas de la Barón Rojo intentaron invadir la gramilla en el minuto 85, presuntamente para agredir a jugadores, lo que derivó en enfrentamientos con la fuerza pública.Robo de un arma de dotaciónUno de los incidentes más graves ocurrió a unas cuadras del estadio, cuando hinchas interceptaron a una patrulla de Tránsito. "Agredieron a una patrullera y a su compañero, hurtando su arma de dotación, una pistola oficial", confirmó Oviedo. A pesar de los operativos realizados para recuperar el arma, hasta el momento no se ha logrado su localización.Este hecho agrava la situación de orden público en Cali, donde las autoridades han señalado reiterados comportamientos criminales de hinchas que, bajo la apariencia de fanatismo deportivo, ejercen actos de vandalismo.Una despedida empañada por la violenciaEl partido también marcaba la despedida de Adrián Ramos, capitán del América de Cali y una leyenda del fútbol colombiano, que jugó su último encuentro como profesional. Sin embargo, lo que debía ser una celebración se convirtió en una jornada de caos. "Es una vergüenza que este tipo de actos empañen la carrera de un futbolista que nos representó en el Mundial de Brasil y fue ídolo en Europa", expresó Hugo Mario Cárdenas, periodista e Blu Radio en CaliLa premiación del Atlético Nacional, campeón de la Copa Colombia, tampoco pudo realizarse en el Pascual Guerrero debido a los disturbios que continuaron en los alrededores del estadio. Las autoridades decidieron priorizar la seguridad de los jugadores y el personal técnico.Medidas y llamados a la reflexiónEl alcalde de Cali, junto con la Secretaría de Seguridad y las autoridades deportivas, ha anunciado sanciones ejemplares contra los responsables de los disturbios. Además, se ofreció una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que permita identificar a los responsables de las agresiones, saqueos y robos.El coronel Oviedo señaló que ya se han aperturado investigaciones por ataque a servidores públicos y daños a bienes del estado. "Esperamos que estas acciones judiciales sirvan como un precedente para erradicar la violencia en los escenarios deportivos", afirmó.La pregunta de fondo: ¿tolerancia o negligencia?El manejo de las barras bravas sigue siendo un tema polémico en el fútbol colombiano. En esta ocasión, la decisión de levantar la sanción a la barra Barón Rojo, propuesta por la Alcaldía de Cali y respaldada por la Secretaría de Paz, se tomó bajo la premisa de promover el trabajo social y la reconciliación. Sin embargo, los resultados fueron catastróficos."Es claro que no podemos seguir creyendo en las lágrimas de cocodrilo de quienes prometen buen comportamiento y luego protagonizan actos delictivos", criticó Ricardo Orrego, periodista de Blu Radio.