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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas reclamó hoy abrir corredores humanitarios para llevar inmediatamente ayuda humanitariaa la Franja de Gaza a unas 800.000 personas que enfrentan carestía extrema de alimentos y agua.
El PMA solicitó en un comunicado un "paso seguro y sin obstáculos" para que su personal pueda llevar productos básicos a las personas atrapadas en Gaza, en medio de los bombardeos entre Israely las milicias palestinas de Hamás.
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El organismo, con sede en Roma, necesita 17,3 millones de dólares (unos 16,3 millones de euros) en las próximas cuatro semanas para abordar "esta situación crítica".
El objetivo es brindar asistencia alimentaria a más de 800.000 personas en Gaza y Cisjordania que enfrentan un contexto de carestía extrema de alimentos, aguas y suministros esenciales.
Este lunes el PMA y la Agencia de la ONU para refugiados palestinos distribuyó alimentos a 73.000 personas afectadas por los enfrentamientos y diariamente se atiende a los desplazados.
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La Franja de Gaza preocupa a estos organismos humanitarios porque "se están quedando sin recursos críticos como alimentos, agua y electricidad y las infraestructuras dañadas impide gravemente su producción", según el comunicado.
Asimismo el PMA está transfiriendo dinero a 164.000 habitantes de Gaza y Cisjordania en forma de vales que pueden ser canjeados por alimentos en las tiendas locales, aunque también preocupa la escasez.
El Programa quiere distribuir alimentos a 300.000 personas en los próximos días, pero denuncia que todas las fronteras están cerradas.
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El balance de muertos por los bombardeos de Israel en Gaza, en respuesta al ataque sorpresa lanzado el sábado por la organización islamista Hamás, ha subido a 765, con más de 4.000 heridos, informó este martes el Ministerio de Salud palestino en la Franja de Gaza.
A los muertos registrados en Gaza se añaden 18 en Cisjordania, según la agencia Wafa, y unos 1.500 milicianos de Hamás que murieron durante el ataque sorpresa del sábado y los combates posteriores, de acuerdo a un recuento del Gobierno israelí.
El balance de víctimas israelíes se mantiene en los 900 muertos, con más de 2.800 heridos, de los que 360 son graves, según el Ministerio de Sanidad israelí.
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