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Hasta primeras horas de la madrugada Bogotá se vio envuelta en disturbios, protestas y destrucción que afectaron diversas localidades, especialmente en Suba, Usme, Bosa y Kennedy.
La jornada de paro promovida por el Gobierno nacional, se vio marcada por bloqueos y actos de vandalismo, se desarrolló sin una coordinación clara ni respaldo popular, lo que desencadenó una respuesta áspera entre los manifestantes y las autoridades.
Los disturbios comenzaron alrededor de las 9:00 de la noche, en puntos como la Avenida Ciudad de Cali con Avenida Suba, donde un grupo de jóvenes bloqueó el paso de vehículos.
Durante la protesta, algunos manifestantes comenzaron a derribar semáforos y vandalizar señales de tránsito, lo que provocó un caos en la movilidad.
Personas del barrio Chicalá también se unieron a las protestas, incendiando llantas y utilizando piedras para crear barricadas que impedían el paso de vehículos hacia las localidades de Bosa y Kennedy.
En Usme, la situación se tornó crítica cuando de la Undmo intervinieron tratando de dispersar a los manifestantes tras un intento fallido de diálogo por parte de la alcaldía.
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Sin embargo, estos se reagruparon en el barrio Santa Librada, donde los enfrentamientos continuaron hasta altas horas de la noche, resultando en grandes desórdenes que dejaron a muchos bogotanos caminando largas distancias para regresar a casa.
Historia que destaca
Entre el caos, una humilde vendedora de empanadas, doña Janet, se convirtió en un símbolo de resistencia. Al ver cómo los encapuchados comenzaban a vandalizar su entorno, se plantó frente a ellos.
"No podía permitir eso... es una cosa protestar y otra vandalizar que afecta a todo el comercio", contó al 'Ojo de la Noche de Blu Radio'. Su valentía resonó en la comunidad, llevando a otros comerciantes a unirse en un esfuerzo para mantener las vías abiertas durante la noche.
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Marchas para defender la "justicia social"
La movilización fue convocada por el hundimiento de la propuesta de Petro de una consulta popular sobre la reforma laboral y se planteó como una respuesta masiva al rechazo del Senado a esa iniciativa gubernamental.
El mandatario había denunciado "un fraude" y llamó a sindicatos, campesinos y ciudadanos a salir a las calles para defender la "justicia social".
"Hoy estamos aquí porque la cumbre social, política y popular determinó que haríamos un paro de 48 horas", continuó el líder sindicalista de la CGT, quien denunció que les siguen "robando la posibilidad de que Colombia, un país miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), tenga mejores condiciones de trabajo".
Entre los asistentes, muchos expresaban que el fondo de esta movilización no es solo la reforma laboral, sino el derecho de la ciudadanía a participar mediante una consulta popular sobre las reformas estructurales que consideran que necesita el país.
Escuche aquí el informe:
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