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En las horas previas a la toma de posesión presidencial en Venezuela, la ONG Venezuela Sin Filtro denunció bloqueos sistemáticos de redes sociales y herramientas de a Internet como parte de una estrategia de censura del Gobierno de Nicolás Maduro.
Andrés Azpúrua, director de la organización, explicó cómo estas medidas buscan limitar el a la información y restringir la capacidad de los ciudadanos para comunicarse y organizarse en línea.
Azpúrua destacó que plataformas como TikTok, X (antes Twitter) y servidores DNS públicos han sido objeto de restricciones continuas. “En este momento, las principales redes sociales como X y TikTok están bloqueadas en todos los proveedores de Internet. Además, hay un aumento dramático en el interés del Gobierno por bloquear herramientas utilizadas para evadir la censura, como VPN”, afirmó.
Desde hace años, el Gobierno venezolano ha utilizado el bloqueo de plataformas digitales como parte de su estrategia de control. Sin embargo, en contextos clave, como procesos electorales o manifestaciones, estas prácticas se intensifican. Según Venezuela Sin Filtro, el bloqueo de TikTok por tercer día consecutivo refleja un temor del régimen a perder el control sobre los espacios digitales.
“El timing es peculiar. Argumentan que los bloqueos responden a preocupaciones de seguridad por retos virales, pero claramente es una medida para evitar la difusión de contenido crítico en momentos de alta tensión política”, señaló Azpúrua. TikTok, una plataforma que ha ganado popularidad entre los jóvenes, se ha convertido en un espacio clave para compartir información y organizar protestas.
El director de la ONG también advirtió sobre un patrón de intimidación digital. "Desde las protestas, fuerzas de seguridad publican videos amenazantes donde exponen a personas identificadas por sus publicaciones en redes. Estas tácticas buscan generar miedo y disuadir a los ciudadanos de participar en manifestaciones", añadió.
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Ante el bloqueo de plataformas como Twitter y TikTok, muchos venezolanos han recurrido a redes privadas virtuales (VPN) para sortear la censura. Sin embargo, el gobierno ha intensificado los esfuerzos para bloquear también estas herramientas, dejando a una gran parte de la población sin a Internet libre.
Azpúrua explicó que estas restricciones afectan de manera desproporcionada a los jóvenes, quienes lideran el uso de redes sociales como medio de expresión. "Hemos visto una migración digital. Mientras TikTok sigue siendo esencial para muchos, otros buscan espacios como Instagram o incluso plataformas internacionales para comunicarse, especialmente aquellos en la diáspora", comentó.
El bloqueo de TikTok, una red social de propiedad china, ha suscitado preguntas sobre la relación entre Venezuela y China, uno de los principales aliados del gobierno de Maduro. Algunos analistas sugieren que la decisión podría estar relacionada con la incapacidad del régimen para controlar el algoritmo de la plataforma.
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"Maduro intentó utilizar TikTok como un espacio de propaganda, pero fracasó al no lograr controlar la narrativa pública. Los mensajes de descontento y las protestas se viralizaron rápidamente, lo que llevó a su bloqueo", explicó Azpúrua.
Más allá de los bloqueos específicos, las acciones del gobierno venezolano constituyen una violación flagrante de derechos humanos, como la libertad de expresión y el a la información. Según datos de Venezuela Sin Filtro, el espionaje digital también es una práctica recurrente. “En 2021, más del 21 % de las líneas telefónicas de un operador importante fueron intervenidas. Esto demuestra el alcance de la vigilancia estatal”, señaló el director de la ONG.
Estas medidas, sumadas a la censura de medios tradicionales, han convertido a Internet en el único espacio para el ejercicio de libertades básicas en Venezuela. No obstante, el régimen ha intensificado su control, dejando a millones de ciudadanos en la oscuridad informativa.
Ante este panorama, Azpúrua hizo un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a la situación en Venezuela. “El bloqueo de redes sociales y herramientas de a Internet es parte de un patrón más amplio de represión. Necesitamos que estos casos sean documentados y que se ejerza presión para garantizar los derechos digitales de los venezolanos”, concluyó.
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