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Un trágico accidente aéreo ocurrió la noche del miércoles en las afueras de Washington D.C., cuando un avión de pasajeros de American Airlines y un helicóptero militar Black Hawk colisionaron en el aire, cayendo ambos al río Potomac. Las autoridades han confirmado que el incidente fue causado por un error humano en la coordinación del tráfico aéreo.
El avión, identificado como el vuelo 5342 de American Eagle, transportaba a 64 personas, entre ellas 60 pasajeros y 4 tripulantes, en ruta desde Wichita, Kansas, hacia el aeropuerto Ronald Reagan de Washington. Entre los pasajeros se encontraba la pareja de patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales en 1994. Por su parte, el helicóptero Black Hawk llevaba a tres militares y realizaba un vuelo de entrenamiento en la zona.
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En videos publicados en redes sociales, se observa el instante en que ambas aeronaves chocan, generando un "chorro de chispas" en el cielo nocturno. Testigos presenciales describieron la escena como impactante. Ari Schulman, uno de ellos, relató a la CNN que inicialmente vio el avión en aparente normalidad, pero segundos después se inclinó bruscamente hacia la derecha, iluminándose con un intenso color amarillo antes de precipitarse al río.
Además, se han difundido imágenes oficiales del radar de control de tráfico aéreo que muestran una alerta de colisión emitida antes del accidente. Aunque esta alerta no indicaba una colisión inminente, servía como advertencia para que los controladores tomaran medidas preventivas. Sin embargo, según las investigaciones preliminares, no se actuó a tiempo para evitar el desastre.
Tras el impacto, ambos aparatos cayeron al río Potomac, donde se llevó a cabo una intensa operación de búsqueda y rescate. Equipos de emergencia, incluyendo policías, bomberos y guardacostas, trabajaron en condiciones extremas debido al frío intenso, los fuertes vientos y la presencia de hielo en el agua. Hasta el momento, se han recuperado varios cuerpos, aunque las cifras exactas de víctimas mortales aún no han sido confirmadas. Medios estadounidenses han reportado al menos 18 fallecidos.
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La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, confirmó en una rueda de prensa que ambos aparatos habían caído al agua y que las labores de rescate continuaban. Por su parte, el director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, expresó su "profundo pesar" por el accidente y ofreció apoyo a las familias afectadas.
El presidente Donald Trump se refirió al incidente en un comunicado, calificándolo como una "mala situación que debería haberse evitado". En su plataforma Truth Social, cuestionó la actuación de la torre de control, preguntando por qué no se dieron instrucciones claras al helicóptero para evitar la colisión.
Mientras tanto, el senador de Kansas, Roger Marshall, describió el suceso como una "pesadilla", y la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, anunció que se estaban desplegando todos los recursos disponibles de la guardia costera para apoyar las labores de rescate.
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El aeropuerto Ronald Reagan suspendió temporalmente todos los despegues y aterrizajes tras el accidente. En los alrededores, decenas de vehículos de emergencia y lanchas neumáticas se desplegaron para auxiliar en las labores de rescate.
El accidente ha dejado una profunda conmoción en la comunidad y ha puesto en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en el control del tráfico aéreo. Las investigaciones continúan para determinar con precisión las causas del error humano que llevó a esta tragedia.
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