
Stellantis pospone producción de un carro en Canadá por aranceles de Trump
En abril, la producción fue suspendida durante dos semanas debido a la misma política arancelaria estadounidense.

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La compañía automotriz Stellantis, dueños de Jeep, Fiat, Citröen y más marcas, anunció la suspensión temporal del inicio de la producción del Dodge Charger Daytona R/T, un carro eléctrico que tenía previsto fabricarse este año en su planta de ensamblaje en Windsor, Canadá.
La decisión se tomó como respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos al sector automotor.
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¿Por qué pararán la producción del Dodge Charger?
En un comunicado, Stellantis indicó que el aplazamiento obedece a una evaluación en curso “sobre los efectos de las políticas arancelarias de EE.UU.”.
La empresa no especificó cuánto tiempo durará esta suspensión ni ofreció una nueva fecha estimada para el inicio de la producción del modelo eléctrico.
La planta de Stellantis en Windsor, ubicada frente a la ciudad estadounidense de Detroit, cuenta con alrededor de 4.500 empleados.
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Según la compañía, esta medida no implicará recortes en el personal ni alteraciones en las condiciones laborales.
¿Cómo hará Canadá para reforzar su industria automotriz?
La ministra de Industria de Canadá, Mélanie Joly, se refirió a la situación señalando que “la medida está obviamente vinculada con los aranceles de EE.UU.”.
Asimismo, aseguró que el gobierno canadiense continuará defendiendo los empleos en el sector automotor. “Seguiremos luchando por los empleos canadienses, para crear nuevos puestos y hacer crecer la economía canadiense”, expresó.
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Joly también informó que sostuvo una conversación con el director ejecutivo de Stellantis, quien le garantizó que todos los empleos en la planta de Windsor serán preservados y que las condiciones laborales permanecerán intactas.
“Acordamos que continuaríamos las conversaciones de forma positiva con respecto a las inversiones en vehículos eléctricos en Canadá”, afirmó la ministra.
No es la primera vez que la planta de Windsor enfrenta interrupciones en su actividad este año. En abril, la producción fue suspendida durante dos semanas debido a la misma política arancelaria estadounidense.
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Posteriormente, a comienzos de mayo, la planta volvió a detener sus operaciones, esta vez por una semana, como parte de los trabajos de adaptación para la fabricación de nuevos modelos.