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El proceso que se adelanta contra Laura Sarabia, exjefa de gabinete del presidente Gustavo Petro y quien se posesionó este lunes como nueva directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), podría tomar un nuevo giro.
Y es que, aunque está previsto que este martes, 5 de septiembre, Laura Sarabia acuda a interrogatorio ante la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía por, presuntamente, haber cometido irregularidades en el manejo del polígrafo de la Presidencia aplicado a su exniñera Marelbys Meza, por la pérdida de cerca de 7.000 dólares de su casa, dicha diligencia podría sufrir un retraso.
Si la defensa de Laura Sarabia lleva ante el fiscal anticorrupción el acta de posesión de ella como directora del DPS, tendrá que ser suspendido el interrogatorio porque todo el expediente pasará que ser asumido por la Unidad de Fiscales Delegados ante la Corte Suprema.
Es decir, el proceso no saldría de la Fiscalía, pero cambiaría de dependencia. Pasaría de la Unidad de Anticorrupción a la Unidad de Fiscales Delegados ante la Corte debido a que Laura Sarabia, como alta funcionaria del Estado, se hace merecedora de un fuero que la llevaría eventualmente a un juicio, en caso de que ese fuera el avance del proceso, ante la Corte Suprema de Justicia.
Así las cosas, los fiscales tendrían que llevar la instrucción y sería un fiscal delegado ante la Corte el que la escucharía en interrogatorio, lo cual, inevitablemente en caso de que ocurra, llevaría a que esa diligencia se aplace por lo menos durante algunas semanas antes de tomar decisiones de fondo.
La exjefe de gabinete del presidente Gustavo Petro Laura Sarabia tomó posesión como nueva directora del Departamento de Prosperidad Social pasadas las 3:00 de la tarde de este lunes, 4 de septiembre.
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Se posesionó en el despacho del presidente Petro, en un acto protocolario que fue totalmente reservado y en el que, además, participó el director del Departamento istrativo de Presidencia, Carlos Ramón González.
Sarabia vuelve al Gobierno nacional justamente tres meses después de haber salido de su cargo de jefe de gabinete a raíz del escándalo del polígrafo a su exniñera, Marelbys Meza. En su nuevo cargo tendrá que liderar la política social del Gobierno y manejar un presupuesto que superaría los 6 billones anuales.
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