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En 2014 surgieron rumores sobre los primeros indicios de interés de Apple en la industria automotriz, lo que llevó a especulaciones sobre el desarrollo de un vehículo eléctrico autónomo. Sin embargo, a lo largo de los años, el enfoque del proyecto ha cambiado significativamente, desde la fabricación de un automóvil completo hasta la concentración en tecnologías de conducción autónoma y sistemas de baterías avanzadas.
Respecto a las aspiraciones automotrices de la marca, Mark Gurman de Bloomberg, dijo que el proyecto de vehículos de la compañía, que lleva una década de antigüedad, ha pasado de la planificación de un automóvil totalmente autónomo a un vehículo eléctrico similar al que ofrece Tesla.
Por otra parte, se prevé que el llamado “Apple Car” se lance para 2028, dos años después de la última fecha objetivo informada por la compañía.
Según se informó la compañía, las características autónomas del automóvil han pasado de un sistema de Nivel 5 (automatización total) a un sistema de Nivel 4 (automatización total en algunas circunstancias) y ahora a un sistema de Nivel 2+ (automatización parcial). Eso significaría que el vehículo ofrece funciones limitadas de conducción autónoma, como centrado de carril y soporte de frenado/aceleración, sin dejar de requerir toda la atención de quien conduce.
Lo que inicialmente la marca Apple planteó como un automóvil sin volante ni pedales (y tal vez con un centro de comando remoto listo para reemplazar al conductor) ahora se parece más al vehículo Tesla.
Las personas familiarizadas con los planes de Apple supuestamente creen que entregar el Apple Car reducido con expectativas reducidas podría deshacer todo el proyecto, pero según se informa, Apple habló con posibles socios fabricantes en Europa sobre la estrategia actualizada, y se conoció que la compañía estaría planteándose ofrecer un sistema autónomo de Nivel 4 en algún momento.
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Este proyecto de Apple ha sido objeto de rumores desde al menos mediados de la década de 2010. La empresa ha gastado cientos de millones de dólares en la iniciativa. Ha trabajado en sistemas de propulsión, hardware y software de conducción autónoma, interiores y exteriores de automóviles y otros componentes clave, sin llegar a un prototipo final.
Pese a esto, el proyecto Apple Car ha influido en la competencia y ha impulsado a otras empresas tecnológicas y automotrices a intensificar sus esfuerzos en el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos. Lo que llevó a avances rápidos en la industria, desde mejoras en la autonomía de las baterías hasta el perfeccionamiento de sistemas de asistencia a la conducción. La influencia de Apple en la industria automotriz ha sido un catalizador para la aceleración de la innovación en el sector, contribuyendo a una transición hacia un futuro más sostenible y eficiente.
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