
Sueco en Cartagena recibió duro diagnóstico: "Me enfermé en Colombia y cambió mi vida"
Tobias Falag llegó al país con sueños de emprender, pero una grave enfermedad le cambió la vida.

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En un país donde muchos colombianos sueñan con emigrar en busca de mejores oportunidades, también hay quienes, viniendo del extranjero, encuentran en Colombia un nuevo propósito de vida. Ese es el caso de Tobias Falag, un joven sueco que llegó a Cartagena lleno de ilusiones y terminó enfrentando una experiencia que marcaría un antes y un después en su vida.
"Hace ocho años llegué a Cartagena por primera vez, lleno de alegría, con mucho entusiasmo y emoción", contó. Tras trabajar varios años como entrenador personal en Suecia, decidió dejar atrás el frío de su país natal y seguir el consejo de un amigo caleño que le recomendó conocer Colombia.
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En poco tiempo, Tobias logró destacarse como entrenador en la ciudad amurallada. “El primer año fue volando, trabajando durísimo para hacerme un nombre. Todo me fue muy bien, estaba en camino a cumplir muchas metas y sueños”, dijo.
Sin embargo, su vida dio un giro inesperado. “Un día amanecí con dolores y malestares muy graves del estómago. En la clínica me informaron que tenía una infección intestinal”, relata. Lo que parecía una afección pasajera se convirtió en una pesadilla. Pese a los tratamientos, su salud empeoró rápidamente. “En apenas dos semanas había bajado un poco más de 10 kilos, y el segundo tratamiento que me dieron terminó destruyendo completamente mi estómago. Perdí todo: mi salud, mi negocio, años de disciplina y sacrificio”, contó.
Durante más de un año, Tobias vivió con dolores crónicos, sin mejoría, y gastando todos sus ahorros en consultas médicas. “Pasaba la mayoría del tiempo en cama. Ya empezaba a perder esperanzas con la vida. Me quería rendir”, confesó.
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Fue en su momento más oscuro cuando tomó una decisión radical: dejar la medicina convencional y buscar alternativas naturales. “Me hice una promesa de que nunca iba a dejar de entrenar, aunque tuviera dolores. Había perdido la mayoría de mis clientes, pero gracias al apoyo de unos pocos logré seguir con las clases para sostenerme”.
Con esfuerzo logró recuperar algo de peso y fue entonces cuando surgió una oportunidad inesperada: el modelaje. “Jamás pensé en ser modelo. Me aron, firmé con una agencia, y eso me dio la inspiración y confianza para crear mi propia marca”.
Hoy, Tobias sigue viviendo en Colombia, donde su historia de lucha y resiliencia ha inspirado a muchos. Su marca, además de posicionarse en el mercado, realiza donaciones para el cuidado de animales. “Sigo en Colombia, mejorando cada día, para mi gente de Colombia. Sin el apoyo de ustedes nunca lo hubiera logrado”, concluyó.
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