Desde el parque central de Engativá, el padre Linero habló con Sandra Ceballos, cuya historia de pujanza es ejemplo en la localidad de Engativá. “Todo no es basura”, cuenta ella con orgullo.
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Antes, con su carro de reciclaje empezaba labores desde muy temprano, las 4:00 de la madrugada y ella en medio del frío empezaba a recoger el material. Tantas jornadas forjaron su templaza y la hicieron pensar en grande.
Con mucho esfuerzo, Sandra decidió darse a la labor de organizar una bodega y logró ahorrar. Así fue como logró montar su propio negocio, donde cerca de 15 o 20 recicladores le venden lo que recogen.
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En la bodega, Sandra y otras tres personas encuentran los tesoros que alberga la basura que otros creen que es solo desperdicio. Ella cuenta que, sin importar los prejuicios de algunos, la mayor parte de la comunidad valora el esfuerzo y el papel fundamental que juegan los recicladores para la sostenibilidad ambiental.
Escuche aquí la historia en Linero al Barrio: