
Así influyen las heridas de la infancia en la vida adulta, según la Psicología
La infancia es una etapa clave en la formación de la personalidad, emociones y la manera en que las personas se relacionan con el mundo.

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Según la psicología, cada uno de los problemas que se viven en la infancia puede influir en la vida adulta. Al momento en el que se experimenta dolor, angustia u otra emoción, va influyendo en la personalidad y creencias que van a influir en la adultez.
Por otro lado, estas heridas pueden surgir de diversas situaciones como el rechazo, el abandono, la humillación, la traición, la injusticia, entre otros.
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Según la psicóloga Joy Briceño, “Las heridas que son causadas en la infancia puede provocar una serie de cosas, como: ser excesivamente complacientes y poner las necesidades de otros antes que las mías, sentir que no merezco nada nuevo de lo que me pasa, ser incapaz de defender cuando me ataca, sentir que es normal que una persona que le has dado tu confianza te dañe, desconfiar absolutamente de todos y hasta de ti mismo”.
Se trata de vivencias emocionales que no se lograron procesar correctamente cuando las personas eran pequeñas. Estas heridas, si no son atendidas, pueden manifestarse más tarde en forma de inseguridades, miedos, patrones de autosabotaje o problemas en las relaciones interpersonales.
Algunas formas en las que impactan en la vida adulta:
Cabe destacar que para determinar ciertos comportamientos o detectar cualquier afectación a la salud mental por diferentes heridas de la infancia es importante consultar a un especialista en el área. A partir de ahí, se podrían implementar herramientas como la terapia psicológica, el trabajo de la autocompasión y el desarrollo de nuevas creencias.
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