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La deuda que tienen las EPS con las IPS del país es cada día más grande y la prestación de los servicios de alta complejidad podría estar en riesgo, según advierten desde el mismo sector médico. Solo en Bogotá, es de más de 2,2 billones de pesos lo que le deben las EPS a las clínicas y hospitales privados, donde se ofrecen la mayoría de estos servicios.
En el caso de la Fundación Cardioinfantil, con más de 50 años de trayectoria en el sector médico, en este momento son cerca de $370.000 millones que tienen en deuda de cartera, según lo manifestado por el doctor Juan Gabriel Cendales, director ejecutivo de la fundación.
“Si miramos la cartera antes de la intervención, el recaudo estaba cercano a un 80% de lo que se factura, después de la intervención, es decir, desde hace 10 meses el recaudo bajó a un 72% y eso ha hecho que la rotación de cartera pase de cerca de 200 días a 300 en lo que estamos a principio de este año.”, señaló.
De los dineros que le adeudan a la Fundación Cardioinfantil, cerca de $110.000 millones corresponden a los pagos pendientes por parte de la Nueva EPS, intervenida por la Superintendencia de Salud desde abril del 2024.
Según lo expresado por el director ejecutivo de la fundación, esto afecta, además de la prestación de los servicios, la adquisición de medicamentos, insumos médicos, tecnología y la consecuencia es que se pone en riesgo la calidad de atención.
Pero una de las situaciones que más preocupa, según el mismo doctor Cendales, es que la crisis financiera en el sector salud y que golpea a la Fundación Cardioinfantil sería similar en la Fundación Santa Fe en Bogotá, la Fundación Cardiovascular de Colombia en Bucaramanga, la Fundación Valle del Lili en Cali y el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín.
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“Solamente en esas cinco instituciones que le nombré se hacen cerca del 80% de los procesos de alta complejidad del país y me atrevería a decir que la totalidad de los trasplantes”, destacó el director ejecutivo de la Fundación Cardio Infantil.
Por esta razón, le están pidiendo al Ministerio de Salud no solamente hacer reformas en el sistema de pagos, sino que haya una reforma estructural del sistema que permite un mejor de los colombianos al derecho fundamental a la salud.
Desde la Asociación de s de la Nueva EPS señalaron que es una realidad la situación que viven los s de esta EPS, según expresan, debido a que la mayor cantidad de s pertenecen al régimen contributivo y son atendidos en las redes privadas.
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“La falta de pago está afectando por lo menos a las IPS primarias, porque había convenios con especialistas que se cancelaron por falta de pago, por lo que en este momento hay una gran cantidad de servicios represados”, expresó Nestor Álvarez, vocero de la asociación de s de esta EPS.
Además, resaltó que habría miedo al interior de las IPS privadas de manifestar lo que está ocurriendo frente a los pagos, porque temen que las interventoras no les giren más recursos y en unos meses las hagan ir a la quiebra.
En Bogotá, las cuatro EPS que más le deben recursos a los prestadores de servicios son Nueva EPS, Sanitas, Famisanar y Coosalud.
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