
Puja por la presidencia de la Cámara desata tensiones entre partidos en recta final del Gobierno
La U y conservadores estarían divididos buscando a un candidato fuerte para llegar a ocupar el cargo.

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A pocas semanas de que inicie la última legislatura del Congreso en el actual Gobierno de Gustavo Petro, la presidencia de la Cámara de Representantes se ha convertido en el nuevo foco de tensiones.
Aunque inicialmente se daba por hecho que el turno sería para Cambio Radical, con el representante Leonardo Rico como carta definida, las divisiones internas en los partidos y los movimientos del Gobierno han dejado el panorama completamente abierto.
El pulso político por este cargo ha desatado una serie de disputas al interior de varios partidos, y los principales aspirantes ya se mueven con fuerza, buscando apoyos tanto en sus bancadas como en el Ejecutivo.
En el Partido de la U, la contienda se centra entre Jorge Tamayo y Julián David López. La disputa va más allá de una simple diferencia de hojas de vida, Tamayo sería cercano a la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, una líder con posturas abiertamente críticas al gobierno Petro. Esta cercanía ha generado resistencias dentro del Ejecutivo, que no vería con buenos ojos que una figura afín a Toro acceda a una posición de poder dentro del Congreso.
En el Partido Conservador, la contienda no es menos compleja. Juan Carlos Wills y Alexander Quevedo compiten por el respaldo de la bancada, que hasta ahora no ha logrado unificar criterios.
La competencia ha obligado a varios sectores a buscar consensos, mientras desde el Gobierno ya se habrían realizado acercamientos estratégicos para influir en la decisión final.
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Fuentes cercanas al Congreso aseguran que el ministro Armando Benedetti ha sostenido reuniones con varios aspirantes, con el fin de garantizar que la persona que llegue a la presidencia de la Cámara no ponga trabas a los proyectos del Gobierno en su última etapa legislativa.
En esa línea, algunos integrantes de partidos de oposición, ya habrían expresado su respaldo a Juan Carlos Wills, quien además contaría con el visto bueno del Ejecutivo, lo que lo convierte en un candidato fuerte para asumir el cargo.
Sin embargo, el nombre de Alejandro Ocampo, del Pacto Histórico, también ha empezado a sonar con fuerza en los pasillos del Congreso. Aunque su postulación no parece tener aún un respaldo mayoritario, ha comenzado a moverse activamente en busca de apoyos, consciente de que el cargo podría terminar en manos de un partido aliado al gobierno.
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No obstante, varias fuentes aseguran que hay un acuerdo para que esta vez la presidencia recaiga sobre una colectividad como el Partido Conservador, lo que podría dejar por fuera a candidatos del Pacto Histórico.