Santander ha recibido en lo que va del año a 363 familias desplazadas desde el sur de Bolívar, víctimas del recrudecimiento del conflicto armado en la región. Según las autoridades, la disputa entre el ELN, disidencias de las Farc y el Clan del Golfo ha forzado el desplazamiento masivo de estas comunidades, que actualmente reciben atención humanitaria y apoyo gubernamental.
El primer episodio de desplazamiento se registró en la vereda Marizosa, en el municipio de Santa Rosa del Sur, con 89 familias afectadas. Posteriormente, en las veredas Santa Teresa, Media Luna, San Cristóbal, San Eduardo, El Páramo y el corregimiento de Fátima, se desplazaron 48 familias. En Teorama, 31 familias tuvieron que abandonar sus hogares. En la vereda Mina Cielo y los corregimientos de Santo Domingo y Arenal, 150 familias fueron desplazadas. Finalmente, en el sector de Río Viejo, desde el 14 de febrero, 35 familias permanecen confinadas por la violencia, según advierte el reporte oficial de la Unidad de Víctimas.
Diana Marcela Bustamante Arango, directora técnica de la territorial Magdalena Medio encargada de la Unidad de Víctimas, destacó la magnitud de la crisis humanitaria en la región.
"En Magdalena Medio son cuatro departamentos. El conflicto se mantiene, hay varios líderes amenazados, organizaciones de víctimas y necesitamos por eso reforzar por parte del gobierno nacional la seguridad en el territorio", señaló.
La funcionaria subrayó la necesidad de mejorar la articulación institucional para brindar atención efectiva a las víctimas.
"Nosotros estamos en todos los municipios que atendemos desde las diferentes direcciones territoriales. Estos eventos macroregionales en particular cuentan con una característica y es que la directora ha decidido venir personalmente para sentarse con las víctimas. Ella va a tener más tarde una mesa solo para escuchar varios líderes, escuchar sus problemáticas y hoy mismo resolver", recalcó.
La funcionaria también resaltó la labor de la Unidad para las Víctimas en coordinación con el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y las personerías municipales. "Mediante la Dirección de Gestión y Ayuda Humanitaria, se han entregado kits de alimentación y aseo como respuesta inmediata a la emergencia", dijo.
A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo crítica, y las comunidades afectadas claman por soluciones de fondo que garanticen su seguridad y el retorno digno a sus territorios. La presencia de grupos armados ilegales en el sur de Bolívar continúa representando una amenaza latente para la estabilidad de la región.