La jornada de socialización de la resolución 044 del Ministerio de Ambiente, realizada en el municipio de California, Santander, desató nuevamente el rechazo de la comunidad y autoridades locales.
Esta propuesta establece la creación de una zona de reserva temporal en el páramo de Santurbán por dos años, decisión que las comunidades consideran un atentado contra su principal sustento, la minería.
Durante el encuentro, los habitantes expresaron su inconformidad con la resolución, que, según ellos, impactará negativamente a la pequeña minería y a otras formas de explotación que son la base económica de cientos de familias.
"Nosotros los californianos somos mineros. No solo los informales, tenemos diversas clases de minería. Vivimos de la minería, es nuestra vida," afirmó una de las asistentes, dejando en claro la importancia de esta actividad para la región.
Otra habitante agregó: "No pueden decidir sobre nuestra área sin consultarnos. La zona de reserva nos hace daño y lo hemos dicho muchas veces".
Además, varios participantes criticaron la falta de consulta y el enfoque del proceso. Una habitante pidió la implementación del Acuerdo de Escazú, que garantiza la participación ciudadana en decisiones ambientales.
"Estamos solicitando que se aplique Escazú, no que vengan con un documento ya hecho, redactado por alguien anti minero y nos obliguen a comentarlo".
El alcalde de California, Daniel Valbuena, insistió en que la creación de la reserva temporal debe ser postergada hasta que se resuelva el proceso de formalización minera en el municipio.
"Si solucionamos el problema de la informalidad, podremos trabajar en las diversas formas de minería con contratos de operación u otros mecanismos. Pido al Ministerio que esta reserva se concerte con las comunidades", manifestó.
Por su parte, Miguel Ángel García, concejal del municipio, cuestionó la medida:
"¿Qué se pretende con esta reserva que afecta el desarrollo económico del territorio? Se está tomando una decisión sin conocimiento pleno de nuestra realidad".
Las comunidades mineras de California aseguran estar cansadas de un proceso que consideran injusto y excluyente.
"Estamos mamados de esto. Es triste que nuestros hijos crezcan viendo la descomposición social. No nos vamos de nuestro territorio", declaró una habitante, visiblemente afectada.
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