La crisis financiera en el sistema de salud de Santander se agrava ante el aumento de la deuda de la Nueva EPS con clínicas y hospitales del departamento. A cuatro meses de la suspensión de servicios para s de esa entidad por parte del Hospital Internacional de Colombia (HIC), la preocupación se extiende a otros centros médicos, tanto públicos como privados, que enfrentan serias dificultades para mantenerse a flote.
La secretaria de Salud de Bucaramanga, Claudia Amaya, advirtió sobre la gravedad de la situación. “La deuda que tienen las EPS con nuestra red hospitalaria es muy alta, y los hospitales ya no logran sostener servicios que tienen una rentabilidad muy baja. Hay que decirlo claramente: servicios como urgencias y salas de parto no son rentables para las clínicas, a diferencia de otros como cirugía, que son más productivos”, explicó Amaya.
La funcionaria señaló que las clínicas y hospitales se ven forzados a tomar decisiones difíciles para sobrevivir, lo que podría derivar en el cierre de servicios esenciales para la ciudad.
“Cuando un gerente tiene que cerrar servicios de baja rentabilidad, pero de gran importancia social, como los partos, es una alerta que nos obliga a tomar acciones. Desde la istración municipal estamos trabajando para llevar este tema al Gobierno Nacional, porque a nivel local no tenemos la capacidad de resolver el flujo de caja que necesitan estas instituciones”, indicó.
La deuda acumulada de la Nueva EPS, que atiende a un alto porcentaje de la población afiliada en Bucaramanga y el área metropolitana, es una de las más altas y ha puesto en jaque la estabilidad financiera de clínicas y hospitales. La Secretaría de Salud de Bucaramanga anunció que en los próximos días dará a conocer las cifras completas, que ya tienen en alerta al sector salud.
Por ahora, la suspensión de servicios por parte del HIC sigue vigente, mientras que otros centros médicos podrían seguir su ejemplo si no se toman medidas urgentes para resolver el problema de la cartera. La incertidumbre crece entre los s de la Nueva EPS, quienes temen quedarse sin a servicios esenciales en medio de una crisis que no da tregua.
La situación en Santander refleja un problema estructural del sistema de salud en Colombia, donde las deudas de las EPS ponen en riesgo la prestación de servicios básicos y obligan a las autoridades locales a buscar soluciones de fondo para evitar un colapso total en la atención de los pacientes.