Los residentes de los barrios La Floresta y Terrazas, en Bucaramanga, han alzado su voz tras los dos graves accidentes registrados este fin de semana en el tramo de la carrera 44, entre las calles 55 y 65, ocasionados por conductores en estado de embriaguez. Los habitantes denuncian que esta vía se ha convertido en un punto crítico debido a las altas velocidades a las que transitan los vehículos, especialmente por las noches, cuando se realizan piques ilegales.
De acuerdo con los vecinos del sector, el peligro no se limita a las horas de la noche. Incluso durante el día, cuando familias enteras salen del parque La Flora, la situación es preocupante. Los peatones, entre ellos niños y adultos mayores, se ven en riesgo constante de ser atropellados por vehículos que cruzan la vía a alta velocidad, sin respetar las condiciones del sector residencial.
“Un fin de semana bastante movido, caótico por los accidentes de tránsito, dos de ellos los que se presentaron por la carrera 44 entre calles 57 y 65 del barrio La Floresta. Muy delicada esa vía, la han tomado los conductores para hacer piques, para transitar sobre un nivel de velocidad superior a los 80 kilómetros por hora, llevando así a tener un gran peligro a todas aquellas personas que salen de nuestro parque La Flora", expresó Vladimir Salazar Santos, líder de la comunidad.
Ante la problemática, los habitantes hicieron un llamado urgente a la Dirección de Tránsito de Bucaramanga para que intervenga en el tramo mencionado. La principal solicitud es la instalación de reductores de velocidad con paso peatonal en puntos estratégicos de la carrera 44, entre calles 55 y 65.
“No podemos seguir esperando a que ocurran tragedias. Necesitamos que las autoridades actúen pronto, porque nuestra seguridad y la de nuestros hijos está en juego”, manifestó un habitante del sector.
Además de los reductores de velocidad, los vecinos también han solicitado mayor presencia de las autoridades de Policía y Tránsito en el sector, especialmente en horas de la noche y los fines de semana, con el fin de controlar las actividades ilegales y sancionar a los conductores que pongan en riesgo la vida de los transeúntes.
"Los delincuentes también aprovechan esta vía rápida para poder hacer de las suyas. Levantamos la voz para solicitar a la Dirección de Tránsito dos cosas: que nos coloquen los dos reductores pompeyanos de velocidad y también que se hagan los controles debidos dentro del barrio con aquellas personas que transitan y manejan en estado de alicoramiento. No vamos a permitir la comunidad un borracho más que de pronto se nos pase con algún accidente que tenga un fin fatal”, indicó Vladimir Salazar Santos.
La Dirección de Tránsito de Bucaramanga, hasta el momento, no se ha pronunciado frente a estas solicitudes.
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