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El número de personas desplazadas por la violencia en el Catatumbo, Norte de Santander, y que llegan a Santander sigue en aumento. Hasta la fecha, 900 personas han llegado a Bucaramanga, su área metropolitana y otros 20 municipios del departamento, buscando refugio tras ser víctimas del conflicto armado.
Según el reporte entregado por la Secretaría del Interior de Santander, entre los desplazados se encuentran cinco profesores, siete firmantes del acuerdo de paz y 14 líderes y lideresas sociales de la región. La mayoría de ellos provenientes de los municipios de Ábrego, Teorama, El Carmen y Convención, donde han sido objeto de amenazas, desplazamiento forzado y actos terroristas.
Las víctimas han sido acogidas por la Oficina de Víctimas de la región, que brinda acompañamiento y apoyo en su proceso de reubicación. Los hechos victimizantes incluyen el despojo de tierras, enfrentamientos, hostigamientos y combates entre grupos armados, lo que ha generado un éxodo constante de familias en busca de seguridad.
Organizaciones de derechos humanos han alertado sobre la necesidad de fortalecer la respuesta institucional ante esta crisis humanitaria y garantizar la protección de quienes han sido forzados a abandonar sus hogares.
El desplazamiento en el Catatumbo sigue siendo una de las principales problemáticas de orden público en el nororiente del país, con comunidades que continúan padeciendo los estragos de la violencia y la lucha territorial entre actores armados ilegales.
Desde Bucaramanga diferentes organizaciones la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga han promovido campañas de recolección de ayudas humanitarias que han sido enviadas para las familias desplazadas. Esta semana salieron de la capital santandereana 12 toneladas de alimentos no precederos y productos de aseo hacia Cúcuta.
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