Trece días se completan del secuestro del pequeño Lyan Hortúa en zona rural de Jamundí, Valle, y la angustia de sus familiares y de toda la comunidad en este municipio aumenta con el paso del tiempo, por esta razón no han dejado de realizar actividades para exigir su libertad.
Sumado al nuevo llamado que hicieron en conjunto la Arquidiócesis de Cali y la Misión de Verificación de las Naciones Unidas de Colombia en el que se exige su pronta liberación, las autoridades en la región indicaron que las labores de inteligencia también permanecen para dar con el paradero del menor.
"El secuestro del niño se está trabajando en dos líneas, primero la intervención humanitaria que continúan las conversaciones con el frente 'Jaime Martínez' para lograr su liberación. Y por parte del grupo especial de Antisecuestro con el Gaula Militar ya tenemos la línea investigativa, elementos materiales probatorios y con información entregada por la comunidad, esperamos cuál de las dos líneas puede lograr la liberación o el rescate del menor", dijo el general Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.
También se confirmó que el niño permanece retenido en la zona montañosa de Jamundí, pues según las informaciones entregadas a la comisión humanitaria, no ha existido la intensión de sacarlo del departamento.
"Por ahora tenemos información de que el niño se encuentra muy bien, sigue estando en zona rural de Jamundí, particularmente en el sector de Villacolombia y estamos esperando cómo avanza el proceso. No ha salido de Jamundí", añadió el general Oviedo.
Por su parte, el padre Diego Guzmán, director de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cali, reiteró que la disposición de la iglesia y los entes humanitarios sigue en firme para servir como mediadores con el grupo armado, para lograr la liberación del niño.
"Estamos tratando de que se puedan dar pasos que permitan el retorno del niño a casa y por eso nos ponemos a la orden para esta tarea humanitaria, lo importante es la liberación de Lyan", señaló el padre.