Llegó a ColombiaJaime Saade Cormane tras casi tres décadas lejos de una celda para cumplir con la condena a 24 años de prisión que en 1996 le ordenaron por la muerte de su novia de juventud Nancy Mestre, ocurrida el 1 de enero de 1994.
De acuerdo con información entregada por interpol, la partida de Saade desde el aeropuerto Tancredo Neves de Bello Horizonte, Brasil, fue hacia las 8:18 de la mañana (6:18 hora colombiana).
Posteriormente, el arribo se produjo hacia las 11:46 de la mañana, en el vuelo AV118 de Avianca, en el que viajó junto a dos funcionarios de Interpol. Una vez arribó al aeropuerto El Dorado se espera que un equipo de Migración registró su ingreso tras extradición y lo puso a disposición del Inpec para traslado inmediato a un centro carcelario.
Este viaje de poco más de seis horas es un símbolo de que la justicia sí llega, especialmente para la familia de Nancy Mestre, quien estuvo por 27 años en una lucha por poner tras las rejas al homicida de la joven.
Y es que esta historia se remonta a enero de 1994, cuando Nancy murió tras haber recibido un disparo en su cabeza. Jaime, su entonces novio y quien la acompañaba en la habitación en la que se produjo el disparo, aseguró que ella se había suicidado y luego se fue del país.
Sin embargo, dos años después, un juez de Barranquilla declaró culpable a Saade por haber accionado el arma que acabó con la vida de Nancy, pero como fue juzgado como reo ausente, en su lugar solo había una silla vacía que Martín Mestre se prometió ocupar.
Desde entonces empezó una lucha para este padre con el fin de dar con el paradero de Jaime, por lo que contrató durante años a investigadores privados para dar con el paradero del homicida. Su bolsillo financió una búsqueda implacable que dos décadas después lo llevaron a encontrar a Henrique Dos Santos Abdala, un comerciante brasilero, propietario de una lavandería, que estaba casado y tenía dos hijos, quien vivía en la ciudad de Belo Horizonte.
Pero todo apuntaba a que Henrique era el mismísimo Jaime, no solo por la información que tenía Martín, sino también por las coincidencias de fenotipo que tenía aquel comerciante con el prófugo Saade.
Esa información la entregó a Interpol, institución que se dio a la tarea de buscar al hombre, cuyas huellas dactilares lograron a partir de un vaso que usó en un lugar público en el que se encontraba. Este cotejo permitió establecer, en primera estancia, que él era portador de una identidad falsa, motivo por el que fue capturado en febrero de 2020.
Esta fue la primera victoria tras casi tres décadas para Martín, quien dijo que esa captura solo era el inicio de la lucha por traerlo a Barranquilla
Una vez el cotejo permitió establecer que era en realidad Jaime Saade, empezó a ser procesado por la solicitud de extradición
Desde entonces, empezó una batalla jurídica para el prófugo, quien primero trató de demostrar ante las autoridades brasileras que su condena había prescrito, por lo que quedó libre meses después.
Pero, tras varias luchas jurídicas emprendidas por Martín Mestre, quien contrató un equipo de abogados para defender su caso ante el Tribunal Supremo de Brasil, un nuevo hito en la lucha contra feminicidios se marcó en derecho para que finalmente se ordenara la captura y extradición del mismo.
En mayo de 2023 fue puesto nuevamente tras rejas Saade, quien llega a Colombia tras un acuerdo binacional en el que se comprometió la justicia colombiana a no realizar alguna imputación de cargos adicional frente a lo sucedido con Nancy, tal y como lo había preparado la familia de la víctima frente al delito de abuso sexual.
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