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Desde Cartagena, donde participaron en la Reunión del Mecanismo Tripartito sobre Migración, los cancilleres de Colombia y Panamá, Luis Gilberto Murillo y Javier Martínez-Acha Vásquez, y el secretario de Seguridad de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, insistieron en la necesidad de reforzar el trabajo cooperativo para regular los flujos migratorios, garantizar la protección de la población migrante y enfrentar, especialmente, a las bandas transnacionales de trata y tráfico de personas.
A su vez, señalaron que los flujos migratorios irregulares que transitan entre Colombia y Panamá involucran a más de 90 países, entre ellos Venezuela, Ecuador, Haití y China, y que muchos de estos migrantes ingresan a la frontera a través de terceros países.
“Los tres países reconocen que los flujos migratorios irregulares que transitan por la frontera entre Colombia y Panamá son de alcance global e involucran a poblaciones de más de 90 nacionalidades. Algunos ingresaron a la región por terceros países. En este sentido, las partes se comprometieron a incentivar el diálogo con terceros países para aumentar alternativas seguras, ordenadas y humanas que reduzcan la migración irregular”, señaló el canciller colombiano en uno de los apartes de la declaración conjunta.
Al término de este encuentro tripartito, el canciller Murillo reveló que actualmente el flujo migratorio por la selva del Darién ha bajado en promedio de 1.200 a 450 migrantes por día, pero que se busca, en el caso de Venezuela, levantar las sanciones que mantienen en su contra para no agudizar la crisis migratoria.
“Es muy difícil que no se presenten situaciones de migración cuando hay sanciones que afectan principalmente a las personas más vulnerables de ese país”, sostuvo.
A su vez, el canciller insistió en que Colombia mantiene su posición sobre la necesidad de que se revelen las actas de los resultados electorales en medio de la crisis política que afronta Venezuela tras el triunfo de Nicolás Maduro.
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“El G3 se mantiene en su posición; el presidente López Obrador se pronunció en el sentido de la publicación de las actas para garantizar la legitimidad y credibilidad del proceso. Igualmente, lo hicieron los presidentes Petro y Lula, quienes trabajaron durante dos días en conversaciones y consultas con toda la disposición de poder mediar y facilitar una solución de fondo”, precisó.
Por su parte, el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha Vásquez, detalló que las acciones del gobierno de ese país están dando resultados en mostrar que “Panamá no es una trocha”; sin embargo, advirtió que el flujo migratorio podría aumentar debido a la crisis política de Venezuela.
“Tengo que decir que la firma del Memorando de Entendimiento con Estados Unidos para repatriar voluntariamente a quienes así lo deseen también está sirviendo de persuasión para que no se inicie ese viaje (…) No podemos cantar victoria; nuestros análisis nos están haciendo inferir que posiblemente, a raíz de la situación tan peculiar que se da a propósito de los resultados electorales de Venezuela, esto podría incrementarse grandemente; pero en casi dos meses de este gobierno hemos notado un descenso de aproximadamente el 20%”, puntualizó.
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Una de las acciones a corto plazo que se llevarán a cabo tras este encuentro es desarrollar en un máximo de 90 días una reunión técnica con las autoridades migratorias competentes de cada país para que presenten un cronograma y plan de trabajo a seguir.
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