
Tensión por llegada de indígenas al campus de la Universidad Nacional en Bogotá: hablan docentes
Los docentes manifestan preocupación por lo que consideran "instrumentalización" de la Universidad Nacional.

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Una creciente tensión sevive en el campus de la Universidad Nacional en Bogotá tras la llegada de comunidades indígenas que se movilizan para participar en las marchas del próximo 1 de mayo. Según denunció el profesor Diego Torres, representante de los docentes en el Consejo Superior Universitario, la situación ha generado enfrentamientos, tomas de edificios y suspensión parcial de clases.
De acuerdo con Torres, la cifra oficial de indígenas presentes en el campus supera los 2.500, aunque se prevé que esta semana arriben entre 10.000 y 15.000 personas más.
"La improvisación de la istración ha generado una situación muy preocupante; no se esperaba esta magnitud de llegada", aseguró el docente en entrevista con Blu Radio. Las comunidades indígenas fueron recibidas inicialmente en la Concha Acústica, pero ahora se reportan tomas en al menos diez edificios universitarios.
El profesor Diego Torres enfatizó que, aunque se respeta el derecho a la protesta, la ocupación de espacios académicos vulnera los derechos de estudiantes y docentes. "Bienvenido el derecho a la protesta, pero el lío es que se está pasando por encima del derecho a la educación, la movilidad y el trabajo", advirtió.
Entre los edificios afectados se encuentran Ingeniería, Enfermería, Sociología, el Museo de Arte, Químicas y Humanas. En algunos casos, como en el emblemático auditorio León de Greiff, se denunció un ingreso forzado: "Ingresaron de forma violenta al hall principal del auditorio y muy seguramente ya están dentro", relató Torres.
Otro punto de alarma para la comunidad universitaria es la presencia de bastones de mando y machetes dentro del campus. "Es muy intimidante la situación dentro de la universidad, muchos bastones de mando, muchos machetes, actitudes para toma hostil de los edificios", detalló el profesor.
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Pese a un acuerdo firmado entre la vicerrectora de la sede Bogotá, Carolina Jiménez Martín, y las organizaciones indígenas —que contemplaba mantener habilitados los espacios académicos—, el compromiso no se estaría cumpliendo.
"El mismo comunicado ya sabemos que se está incumpliendo", criticó Torres, quien también señaló la falta de un ente de control que supervise el respeto a los acuerdos.
Aunque en principio las clases no han sido oficialmente suspendidas, la presencia masiva de indígenas ha afectado el normal desarrollo de las actividades académicas.
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"Medicina e Ingeniería no tienen clases porque están literalmente bloqueadas", confirmó Torres, añadiendo que otras facultades, como Enfermería, presentan restricciones de .
La presencia de personas con los rostros cubiertos y el riesgo de enfrentamientos agravan aún más el panorama. "Los rostros cubiertos en la academia generan miedo", expresó el profesor, aludiendo a la histórica presencia de encapuchados que han protagonizado disturbios en la universidad.
El 1 de mayo se acerca en medio de esta tensión, mientras las autoridades universitarias y gubernamentales evalúan cómo manejar una situación que amenaza con escalar y afectar de manera profunda el semestre académico.