
Problemas en Usme, Tunal, Suba, Molinos, Bosa, NQS en Bogotá: bloqueos por paro camionero
De sur a norte los bloqueos por el paro camionero colapsan la movilidad en la capital.

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El paro camionero en Bogotá tiene totalmente colapsada la ciudad en diferentes puntos, todos cruciales para la movilidad de los capitalinos. Desde el pasado viernes, 30 de agosto, los transportadores tomaron la decisión de protestar por la orden del Gobierno de subirle el precio al AM.
Desde el portal de Usme, en el sur de la ciudad, hasta el norte en Suba, y de occidente a oriente, son múltiples los puntos de bloqueo que tienen a miles de bogotanos caminando para llegar a sus trabajos y lugares de destinos.
Puntos de bloqueos en Bogotá
De acuerdo con el más reciente reporte por parte de las autoridades de movilidad y TransMilenio, ya son 24 rutas alimentadoras las afectadas, junto con 12 troncales y 70 zonales. Además, de registrarse 500 paraderos afectados y más de 300.000 s perjudicados. Estos son los puntos en Bogotá más congestionados:
¿Por qué protestan camioneros?
Los camioneros en Colombia han protagonizado protestas en todo el país en respuesta al incremento del precio del AM, combustible esencial para el transporte de carga y, en consecuencia, para el suministro de bienes en todo el territorio.
Este aumento ha generado un fuerte malestar en el sector, y a pesar de las reuniones sostenidas entre los transportistas y el gobierno, no se ha logrado llegar a un acuerdo.
El Gobierno colombiano ha venido aplicando un aumento gradual en el precio de los combustibles como parte de su estrategia para corregir un déficit en las finanzas públicas. En este contexto, el AM, que ha estado subsidiado durante mucho tiempo, comenzó a experimentar un alza de casi 2.000 pesos que preocupa a los camioneros, quienes ven en este incremento una amenaza directa a su sustento y a la economía del país.
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Consecuencias de la subida del AM
La Asociación Colombiana de Camioneros (ACC) ha sido clara en su posición, señalando que este aumento "impactará el costo de vida y la canasta familiar de los 60 millones de colombianos". El argumento se basa en el hecho de que el diésel es fundamental para el transporte de alimentos y otros bienes de primera necesidad, y un incremento en su precio inevitablemente se reflejará en los precios al consumidor.
A pesar del alza en el precio del diésel, Colombia sigue teniendo uno de los precios más bajos de la región, solo superado por Ecuador y Bolivia. Este hecho se debe al subsidio estatal que ha mantenido bajo control el costo de este hidrocarburo, pero que, según el gobierno, ha generado un hueco en las finanzas públicas que se estima en 288 millones de dólares para finales de 2024.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, defendió la necesidad de recortar el subsidio al diésel, argumentando que estos recursos podrían utilizarse para mejorar la infraestructura vial del país o para apoyar a las familias más vulnerables.
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Sin embargo, para los camioneros, este razonamiento no es suficiente para justificar un incremento que podría afectar gravemente su capacidad de operar y, por ende, el suministro de bienes en Colombia.