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Más de 600 loros, cotorras y pericos han sido atendidos durante este año por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. En el 37 % de los casos las aves presentaban graves consecuencias de salud producto del cautiverio.
En total son 635 los loros, cotorras y pericos que la autoridad ambiental ha recibido este 2024 en su centro de atención para fauna silvestre, la mayoría de ellos en cautiverio y víctimas del tráfico ilegal de especies.
Andrés Gómez Higuita, supervisor del CAVR de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, señaló que el 37 % de las aves que han recibido, es decir cerca de 250 individuos, presentaban dolorosas afectaciones de salud por haber permanecido en cautiverio.
"Encontramos estos individuos con las alas cortadas, lo que dificulta que nuestro equipo de veterinarios biólogos a la hora de la rehabilitación de estas especies puedan hacer un proceso satisfactorio", indicó Gómez Higuita.
Entre otras afectaciones que tienen estos individuos, está el picaje, que es cuando ellos mismos se arrancan las plumas debido al estrés que les genera estar encerrados. De igual manera muchas complicaciones son metabólicas por las dietas que reciben estos animales, a base de chocolates, arroz y galletas, alimentos que no cumplen con una dieta apropiada para ellos.
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