El presidente Gustavo Petro insistió en que acudirá ante Naciones Unidas a denunciar que el Estado colombiano, del que él es jefe desde hace tres años, incumplió con la implementación del acuerdo de paz con las extintas Farc.
El jefe de Estado volvió a la misma idea que había planteado hace un año y que generó toda una tormenta política, por las implicaciones que tiene que el presidente de la República, el responsable de garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz, reconozca su fracaso y de todas las instituciones para sacar adelante un propósito de país desde 2016.
A mediados de 2024, cuando se había hablado de la misma idea de llevar el incumplimiento del acuerdo de paz ante la ONU, Petro y su entonces canciller Álvaro Leyva, presionaban a la JEP para que concediera amnistías o indultos generales a criminales de todos los pelambres y amenazaban con abrir una peligrosa rendija con el pretexto de buscar un acuerdo nacional, para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
En ese momento, el expresidente Juan Manuel Santos envió una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la que le advirtió sobre los riesgos que implicaban las ideas erróneas en su concepto, planteadas por el presidente Petro y su Canciller, en torno al acuerdo de paz.
Y es que el espejo retrovisor del presidente Petro sobre el incumplimiento en la implementación del acuerdo de paz no puede ser tan grande como para no reconocer que su Gobierno también ha incumplido con el mandato de lo firmado en 2016:
Según un informe de la Defensoría del Pueblo de agosto de 2024, persistían serias deficiencias en materia de adjudicación de tierras, la implementación de los PDET solamente presentaba un 1% de avance con corte a 30 de abril de 2024 y lo más grave sin duda es que sigue la violencia en zonas rurales, en ese momento con el registro de 57 asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos entre enero y abril de ese año.
Además, la paz total hace agua: las disidencias de 'Iván Mordisco' siembran de muerte y terrorismo el Cauca, el Valle, el Huila mientras que los terroristas del ELN cometen crímenes en el Catatumbo y el Estado, sumiso, se autocensura para evitar combatir a las disidencias de alias 'Calarcá', que ha masificado de nuevo las extorsiones en amplias regiones de Colombia.
Las consecuencias para el Estado colombiano de reconocer ante la ONU el fracaso en la implementación del acuerdo de paz pueden ir desde el retiro del apoyo del Consejo de Seguridad a ese proceso, hasta un eventual juzgamiento al Estado colombiano por esos mismos hechos.
El presidente Petro tiene razón en un punto que tocó ayer: la búsqueda de la verdad sobre el conflicto debe ser un propósito central para evitar la repetición del espiral de la violencia.
No es un tema rio y por eso es clave que se cumpla su orden para que se esclarezca qué sacaron un grupo de militares de una excavación en el batallón Charry Solano en el sur de Bogotá, en el mismo punto señalado como el lugar en el que podrían estar los restos de Irma Franco, desaparecida y asesinada por uniformados tras el holocausto del palacio de Justicia, historia revelada por Blu Radio.