Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno Nacional, reveló a Blu Radio detalles sobre la nueva ronda de diálogos que comenzará este lunes 10 de febrero en Bogotá. Novoa calificó esta etapa como “definitiva”, pues se espera avanzar en la fijación de una agenda concreta con su respectivo cronograma de actividades. “El 2025 debe ser el año no solo del acuerdo con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, sino también del inicio de la implementación de los acuerdos alcanzados en estos diálogos de paz”, afirmó.
El funcionario enfatizó en la importancia de establecer rutas, mecanismos e instrumentos para lograr que Nariño sea la primera zona de paz del país en el marco de estas negociaciones. Sin embargo, advirtió sobre denuncias hechas por las comunidades que deberán ser investigadas. “Debemos ser sinceros con Colombia e indagar las denuncias de constreñimiento, amenazas a líderes sociales y reclutamiento de menores en las zonas donde este grupo armado tiene presencia, particularmente en Nariño y Putumayo”, aseguró Novoa.
Entre los principales puntos de la agenda, el jefe negociador destacó la seguridad en los territorios, el respeto al Derecho Internacional Humanitario y la implementación del plan piloto de transformación territorial. “Este plan contempla la sustitución de tres mil hectáreas de hoja de coca en Tumaco, acordado en diciembre para los departamentos de Nariño y Putumayo. Debemos agilizar su ejecución para avanzar en la superación de la violencia en estos territorios”, precisó.
Implementación de los acuerdos y denuncias en Putumayo
Novoa manifestó su expectativa de que en el segundo semestre del año comience la implementación de los acuerdos pactados con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, lo que permitiría avanzar en un proceso de desescalamiento del conflicto en las zonas donde operan estas disidencias. “Las delegaciones del Gobierno nacional y la Coordinadora Nacional tienen la mejor voluntad para consolidar esta agenda de negociación. Serán jornadas largas hasta alcanzar el propósito de ambas partes”, aseguró.
El encuentro, que se llevará a cabo entre el 10 y el 12 de febrero, tiene como objetivo definir los puntos de la agenda, pero también analizar las denuncias de constreñimiento a comunidades en Putumayo, el reclutamiento de menores y la presencia de hombres armados en zonas urbanas, lo que genera temor entre los habitantes ante eventuales confrontaciones.
“Hay voluntad de nuestra parte para que la mesa de diálogo avance positivamente, pero es necesario hacer un análisis sincero de lo que ocurre en estas comunidades. Se han denunciado operativos de la Fuerza Pública, pero también se han reportado casos de constreñimiento por parte de algunos integrantes del grupo ‘Comandos de Frontera’ para influir en las elecciones atípicas en Putumayo. Esto no puede suceder si realmente estamos hablando de paz”, advirtió Novoa.
Zona de paz y suspensión de operaciones militares
El jefe negociador también se refirió al decreto anunciado por el Gobierno Nacional, que ya cuenta con el visto bueno del alto consejero para la paz, Otty Patiño. No obstante, aclaró que “aún es necesario afinar detalles relacionados con la puesta en marcha del programa piloto de transformación territorial, la suspensión de operaciones militares ofensivas en zonas acordadas y el desescalamiento del conflicto. Una vez el decreto esté finalizado, será sometido a consideración del presidente de la República para su aprobación”.
Sobre la propuesta de las autoridades de Nariño de crear una zona de paz con un cese multilateral del fuego, Novoa destacó que “toda acción encaminada a traer tranquilidad a las comunidades será recibida con el mejor ánimo. Sin embargo, esta es una decisión que involucra a las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Defensa y el alto mando militar, además del presidente de la República, quien tiene la última palabra en materia de orden público”.
Finalmente, Novoa dejó claro que el Gobierno no permitirá que en Nariño ocurran hechos similares a los registrados en enero en el Catatumbo. “Nuestra delegación ha adelantado sesiones bajo estricta reserva, y estas no pueden ser objeto de análisis en los medios de comunicación”, subrayó.
El funcionario reiteró que propuestas como la de Nariño serán evaluadas con las instancias pertinentes y añadió: “Nuestra meta es clara: lograr una paz definitiva que convierta a Nariño en la primera región de paz en Colombia”.