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En total $18.179 millones se habrían perdido en Bogotá por el descuido del Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, y TransMilenio, según los hallazgos fiscales que establecieron la Contraloría General de la República y la Contraloría de Bogotá en auditoría a contratos de troncales alimentadoras y complementarias de la primera línea del metro de Bogotá.
Según la información reportada por ambas entidades, no se les descontó a los contratistas de las obras el valor de tres estampillas del distrito: pro universidad distrital, pro cultura y pro personas mayores.
Las estampillas son una especie de impuesto distrital a la contratación pública y su pago es obligatorio, por lo que esos dineros debían ser descontados del pago que reciben los contratistas.
Sin embargo, no fueron deducidas en las órdenes de pago aprobadas por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y realizadas por TransMilenio a solicitud de este, durante la ejecución de estos contratos, lo que da lugar a este detrimento patrimonial.
La Contraloría General de la República dio por terminada la acción conjunta y coordinada con la Contraloría de Bogotá; pero, mantiene la competencia prevalente para ejercer vigilancia y control fiscal sobre la primera línea del metro de Bogotá y, por tanto, continuará realizando el seguimiento permanente a esos recursos.
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