La encuesta de Invamer muestra que la desaprobación del presidente Gustavo Petro se ha mantenido constante en un 61%, el mismo nivel registrado en junio. A pesar de que la encuesta fue realizada durante un periodo en el que hubo un escándalo importante relacionado con Nicolás Petro, hijo del presidente, las cifras de desaprobación del presidente no variaron significativamente.
Martín Orozco, gerente de Invamer, atribuyó en Mañanas Blu esta situación a una base sólida de apoyo que ha mantenido el presidente a lo largo de su mandato. Aunque la encuesta coincidió con un momento crítico, parece que este núcleo de seguidores ha mantenido su respaldo al presidente.
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Orozco mencionó que hay una parte del electorado, aproximadamente un tercio, que ha sido históricamente leal al presidente Petro, incluso en medio de situaciones problemáticas o escándalos.
Orozco utilizó la metáfora de una relación para describir esta fidelidad, afirmando que, al igual que en una relación, la base de apoyo puede ser sólida, pero también sujeta a cambios en función de las acciones del líder político.
Aunque hay casos en los que los seguidores permanecen fieles a pesar de los problemas, el nivel de apoyo del presidente Petro se ha mantenido en una constante, alrededor del 33%, incluso en momentos críticos.
Descontento y pérdida de confianza en instituciones
La encuesta revela un deterioro en la confianza en las instituciones en Colombia. La mayoría de las instituciones, especialmente las relacionadas con el orden público y la seguridad, han experimentado un fuerte desprestigio.
La Policía y otras instituciones de orden público enfrentan niveles de desaprobación más altos que los favorables, mientras que las Fuerzas Militares y los empresarios son de las pocas excepciones con niveles relativamente positivos. Además, Orozco menciona que incluso instituciones como la Iglesia Católica han experimentado un declive en su imagen, posiblemente debido a escándalos previos.
Preocupación por orden público e inseguridad
Un aspecto llamativo de la encuesta es el cambio en las preocupaciones principales de los encuestados. A nivel nacional, la percepción de orden público y seguridad ha vuelto a ser el problema más importante, desplazando a temas económicos como el desempleo. Esta preocupación es aún más acentuada en ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Cali. La inseguridad, la percepción de peligro y los altos índices de victimización están contribuyendo a esta creciente preocupación entre la población.
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