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Un estudio reveló que productos hechos con plástico negro reciclado pueden contener retardantes de llama, una sustancia química y tóxica que se aplican a los materiales para evitar que se inicie un incendio o para retardar su propagación.
Se trata de un estudio hecho en Estados Unidos por Toxic-Free Future, una organización dedicada a proteger la salud humana y el medio ambiente de los peligros de las sustancias tóxicas.
Lo que encontraron fue que los retardantes de llama tóxicos, vinculados al cáncer y a la alteración endocrina, están apareciendo en productos domésticos de plástico negro como juguetes, bandeja de sushi para llevar y hasta en utensilios de cocina.
Los investigadores explicaron que es normal encontrar retardantes de llama en aparatos electrónicos, como los productos químicos que se utilizan en las carcasas de los televisores.
Sin embargo, al utilizar plásticos provenientes del reciclaje de residuos electrónicos, los retardantes de llama se integran en productos fabricados en Estados Unidos con material reciclado, los cuales finalmente llegan a los hogares.
“Un producto con uno de los niveles más altos de retardantes de llama fueron las cuentas de monedas de piratas de plástico negro que usan los niños: se parecen a las cuentas de Mardi Gras, pero más para disfraces”, dijo la autora principal del estudio, Megan Liu, gerente de Ciencia y Políticas de Toxic-Free Future, citada por CNN.
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Y agregó: “Parece que los plásticos utilizados para fabricar los productos de consumo estaban contaminados con retardantes de llama debido a errores en el reciclaje de los residuos electrónicos”.
¿Dónde se utilizan los retardantes de llama?
Según el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de EEUU, desde la década de 1970, se han añadido productos químicos retardantes de llama a muchos tipos de productos:
Si bien los retardantes de llama pueden ofrecer beneficios cuando se añaden a ciertos productos, cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que muchos de estos productos químicos pueden ser perjudiciales para los animales y los seres humanos.
"Los efectos adversos para la salud pueden incluir alteraciones endocrinas y tiroideas, inmunotoxicidad, toxicidad reproductiva, cáncer y efectos adversos sobre el desarrollo fetal e infantil y la función neuroconductual", señala el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental.
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