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Durante un operativo en el estado de Michoacán, al oeste de México, el Ejército detuvo a diez exmilitares colombianos, en una acción desplegada tras la explosión de un artefacto que cobró la vida de seis integrantes de la Guardia Nacional esta semana, informaron este viernes fuentes oficiales.
La detención pone en evidencia la creciente implicación de exuniformados extranjeros —especialmente colombianos— en las estructuras del crimen organizado en México.
En total, fueron arrestadas 17 personas, entre ellas los diez exmilitares y otros dos ciudadanos colombianos, según informes de la Secretaría de Seguridad federal y del gobierno estatal de Michoacán.
El operativo fue lanzado luego de la muerte de seis elementos de la Guardia Nacional el pasado martes, quienes patrullaban en un vehículo blindado cuando una explosión los alcanzó. Así lo detalló un informe militar al que tuvo la agencia AFP.
Tanto la explosión como la captura de los presuntos implicados ocurrieron en el municipio de Los Reyes, una región limítrofe entre Michoacán y Jalisco, zona de influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado uno de los grupos criminales más poderosos del país.
En febrero de este año, el gobierno de Estados Unidos designó al CJNG como una "organización terrorista extranjera", junto a otros cinco cárteles mexicanos.
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Michoacán ha sido escenario frecuente de ataques con artefactos explosivos, algunos de ellos activados mediante drones, atribuidos a grupos del narcotráfico.
Aumento de mercenarios colombianos
Según autoridades y expertos en seguridad, la presencia de colombianos en las filas de los cárteles mexicanos ha aumentado de manera significativa en los últimos años.
La desmovilización de las Farc en 2017 y la reducción del presupuesto militar en Colombia habrían impulsado la migración de excombatientes hacia México, afirmó a la AFP el consultor en seguridad David Saucedo.
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“Algunos llegan directamente desde Colombia, y otros provienen de conflictos como el de Ucrania, donde actuaron como mercenarios en la Legión Extranjera”, agregó Saucedo.
Desde hace años, se ha documentado la participación de exmilitares colombianos en conflictos armados en países como Afganistán, Yemen e Irak. En 2023, sicarios de origen colombiano asesinaron al candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio, y en 2021 participaron en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse.
Conocimiento militar al servicio del crimen
El interés de los cárteles por exmilitares y exguerrilleros colombianos radica, según Saucedo, en su experiencia en el manejo de explosivos y tácticas de combate.
En octubre de 2023, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán reportó la desarticulación de una "célula colombiana" dedicada a la fabricación de explosivos adaptados a drones.
La incorporación de exuniformados tanto nacionales como extranjeros a grupos delictivos no es un fenómeno nuevo en México. Desde los años noventa, capos mexicanos han mantenido vínculos con mafias internacionales, incluyendo la del extinto narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Cabe recordar que el cártel de los Zetas fue fundado por exintegrantes de una fuerza élite del Ejército mexicano y llegó a reclutar a desertores de los kaibiles guatemaltecos.
Según Saucedo, el aumento en la participación de exmilitares extranjeros en el crimen organizado responde al proceso de militarización de la seguridad pública que comenzó en 2006, cuando el gobierno federal lanzó una polémica ofensiva castrense contra los cárteles.
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Desde entonces, la violencia se ha intensificado, con una tasa de homicidios que se ha triplicado hasta alcanzar las 24 muertes por cada 100.000 habitantes, más de 30.000 homicidios anuales y más de 120.000 personas desaparecidas en el país.
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