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La leyenda de Diomedes Díaz sigue viva no solo a través de su música, sino también por los curiosos caminos que ha tomado su legado.
En Valledupar, donde reposan los restos del ‘Cacique de La Junta’, su tumba se ha convertido en punto de peregrinación para fanáticos que no solo buscan rendirle homenaje, sino también recibir un golpe de suerte.
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Y es que desde su fallecimiento en 2013, el número de su tumba, el 1108, ha cobrado un significado especial para muchos de sus seguidores.
Este número, aparentemente común, ha sido utilizado en múltiples ocasiones en apuestas de chance y lotería, con sorprendentes resultados.
Algunos aseguran haber ganado sumas importantes al confiar en esa cifra, lo que ha contribuido a que se le atribuyan propiedades místicas.
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Pero la relación entre Diomedes y los números no se queda ahí. Joaquín Guillén, quien fuera su exmánager y uno de sus amigos más cercanos, ha revelado en diversas entrevistas que ha tenido sueños con el artista, en los cuales Diomedes le ha “revelado” combinaciones numéricas específicas.
Guillén afirma que esas secuencias no son simples coincidencias, y que han sido compartidas con algunos de sus seguidores más devotos.
La devoción hacia el cantante ha trascendido la música. Para muchos, Diomedes es una especie de guía espiritual. En su tumba no solo se dejan flores, cartas o coplas, también se ven papelitos con números, apuestas hechas con fe, y plegarias que piden suerte, salud o éxito económico.
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Los creyentes en estos “mensajes del más allá” afirman que el número 1108, así como otras combinaciones relacionadas con fechas significativas del artista, han sido la clave para recibir golpes de fortuna.
Aunque para algunos pueda sonar a superstición, hay quienes aseguran que desde que juegan con los números del ‘Cacique’, la suerte les sonríe.
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