El Gobierno colombiano gastará el equivalente a unas tres tributarias adicionales cada año en la próxima década mientras la economía crecerá cada vez menos, de acuerdo con las nuevas proyecciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF).
“El CARF estima preliminarmente que las presiones de gasto previsibles para la próxima década -respecto de un escenario base - en SGP, pensiones, salud y pago de intereses ascienden en conjunto a 2,3 pp del PIB en promedio por año”, indicó el grupo en un documento enviado al Congreso.
El cálculo incluye la reforma de transferencias a alcaldía y gobernaciones (Sistema General de Participaciones), el mayor gasto en salud por el envecejimiento de la población, el pago de nuevos subsidios a los adultos mayores sin pensión y el mayor gasto en intereses sobre la deuda. No está incluido todo el costo de la reforma pensional (porque todavía falta reglamentación) y tampoco está incluida la posibilidad de una reforma al sistema de salud.
Las proyecciones del CARF se conocen en un momento clave en el cual el gobierno está preparando el Marco Fiscal de Mediano Plazo, un documento en el que proyectará el futuro de las finanzas públicas y con el que espera convencer al país y al mercado de que tiene un plan fiscal convincente.
Vale recortar que las preocupaciones sobre las finanzas del Gobierno son el principal motivo por el que el FMI suspendió los desembolsos de la línea de crédito flexible a Colombia. También son la preocupación clave de Moody’s, una calificadora que podría rebajarle la nota de crédito al país en los próximos meses.
El panorama de gastos al alza está acompañado de una noticia desalentadora: en los próximos años el país crecerá menos.
“En efecto, el crecimiento del PIB tendencial moderaría su tasa de crecimiento promedio desde 3% en el periodo 2025 a 2028, hasta 2,8% entre 2029 y 2032 y a 2,6% entre 2033 y 2036. El crecimiento promedio estimado para la próxima década es 2,8%”, señala el documento.
El miércoles, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, dijo que espera presentar ‘muy pronto’ una ley de financiamiento ante el Congreso y que espera poder hacer recortes en gasto público de baja ejecución.