Barras del Deportivo Cali no podrán ingresar durante un año a estadios de Bogotá

El secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez, informó que las barras del Deportivo Cali no podrán ingresar a los estadios El Campín y Metropolitano de Techo durante un año para prevenir actos de violencia como el que sucedió en el estadio Doce de Octubre, en Tuluá.Vale recordar que, por la crisis deportiva que enfrenta el equipo 'Azucarero', los seguidores invadieron la cancha del estadio el 21 de septiembre para agredir e incluso robar la ropa de los jugadores y cuerpo técnico por sumar otra derrota en la liga.El secretario indicó en su cuenta de Twitter que el fútbol en paz es compromiso de todos e invitó a las demás ciudades a restringir el ingreso de la hinchada del Cali.¿Cuándo juega el Cali en Bogotá este año?En lo que resta de la Liga BetPlay II 2022, el Cali solo disputará un partido en la capital. El 23 de octubre el 'Azucarero' jugará en condición de visitante ante Santa Fe por la penúltima fecha.¿Qué pasó con los seguidores del Cali ante Cortuluá?Cientos de aficionados del Deportivo Cali invadieron el campo y agredieron al atacante Teófilo Gutiérrez durante el partido que su equipo perdía por 2-0 en condición de visitante ante Cortuluá, por la decimotercera fecha de la liga colombiana.Sobre el minuto 81, una multitud descendió de las tribunas del Estadio Doce de Octubre en la ciudad de Tuluá (suroeste), e invadió la cancha forzando la terminación del juego, según mostró en la transmisión oficial.La mayoría de futbolistas y el juez huyeron, mientras algunos jugadores del Cali se quedaron en el campo y fueron increpados por los hinchas molestos por la profunda crisis que vive el colista del fútbol colombiano.Gutiérrez, exatacante de la selección de Colombia y de River Plate, fue rodeado por varios hinchas que le lanzaron puños y patadas.Otros trataron de arrinconar en el banquillo al DT Mayer Candelo, quien salió del campo entre los empujones de la hinchada del Cali, uno de los equipos con más trayectoria en la liga.Decenas de policías estaban en el campo pero no pudieron evitar el ingreso de los furiosos hinchas azucareros.