
Los objetos que nunca debe meter en la lavadora: podrían dañarla seriamente
Algunos objetos comunes pueden dañar gravemente su lavadora. Evite estos errores y prolongue la vida útil del electrodoméstico con simples cuidados.

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La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar moderno, pero también uno de los más vulnerables si no se usa adecuadamente.
Aunque parezca capaz de limpiar cualquier prenda, existen objetos que jamás deberían entrar en su tambor, ya que no solo pueden estropearse, sino que podrían causar daños graves en el electrodoméstico.
Muchas veces, por descuido, lanzamos ropa y otros elementos al interior de la lavadora sin verificar su composición, estado o lo que tienen en los bolsillos. Pero algunos objetos comunes pueden provocar atascos, desequilibrios o incluso incendios si no se manejan correctamente.
Un clásico de los bolsillos olvidados. Si entran en el tambor, pueden atascar el tubo de drenaje, dañar los filtros o golpear las paredes internas del electrodoméstico, generando un alto riesgo de avería.
Las varillas metálicas o los ganchos pueden salirse y engancharse en otras prendas o piezas de la máquina, afectando su funcionamiento o rompiendo tejidos.
Este tipo de prendas puede acumular gran cantidad de agua en su interior, creando un efecto globo. Si se revienta durante el ciclo de centrifugado, puede generar un desequilibrio en el tambor que dañe el motor.
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Aunque parezcan inofensivos, los peluches pueden deformarse, liberar pelusas o incluso deshacerse en el lavado, afectando filtros y drenajes.
El metal pesado y puntiagudo de una llave puede rayar o perforar el tambor, especialmente si la lavadora centrifuga a altas velocidades. También puede dañar las bombas internas si se desprende.
Algunas alfombrillas tienen respaldo de caucho, un material que tiende a descomponerse con el agua caliente. Los trozos que se sueltan pueden atascar filtros y dañar la bomba de agua.
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Ya sean de espuma o plumas, no están diseñadas para el movimiento de una lavadora. Pueden deformarse, romperse o, en el caso de las plumas, humedecerse al punto de pudrirse.
Estas telas son extremadamente delicadas. En la lavadora, pueden engancharse con cremalleras, botones o broches y terminar rasgadas.
Aceite, gasolina, alcohol o desengrasantes no deben ir directo al tambor. El calor generado podría provocar una combustión o explosión, además de dejar residuos peligrosos.
Mantas, juguetes o ropas de mascotas tienden a acumular mucho pelo. Esto puede obstruir filtros, bombas o quedarse adherido al tambor, afectando futuras cargas de ropa.
Más allá de evitar estos objetos, existen algunas recomendaciones básicas que pueden prolongar la vida útil de su lavadora y asegurar su buen funcionamiento: