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El defensor de Derechos Humanos y firmante de paz, Cesar Augusto Tamayo, se encadenó a las rejas de la sede de la Defensoría del Pueblo de Santander en Bucaramanga para exigir el cumplimiento de las medidas de seguridad.
“Tomé esta decisión porque la Unidad Nacional de Protección no ha cumplido con las medidas de seguridad para los firmantes de paz, a pesar de que instauré una tutela que un juez falló a mi favor y no cumplieron”, aseguró Tamayo.
Tamayo, además, se declaró en huelga de hambre.
“No me iré de aquí hasta que se constituya una mesa de negociación nacional. Son 315 firmantes de paz asesinados y no quieren dar condiciones de seguridad, tampoco cumplimiento al acuerdo de paz en tema de seguridad”, manifestó el defensor de Derechos Humanos.
En un comunicado la Asociación Campesina de Colombia, Asogras, exigió protección para el firmante de paz quien fue amenazado en octubre de 2021.
“La UNP está en la obligación de ordenar un esquema de protección fuerte que consiste en un vehículo blindado y dos hombres de protección para poder seguir cumpliendo con su trabajo social en defensa de las comunidades campesinas y afectadas por las diferentes determinaciones del estado que afectan a las comunidades”, dice el comunicado de Asogras.
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